Juan Carlos, vecino del barrio Tierras Argentinas, fue una víctima colateral de un incendio intencional que destruyó su vivienda y un comercio cercano. El hecho ocurrió entre las 20:30 y las 21:00 horas, cuando un grupo de personas inició el fuego, que se extendió hasta las 2 de la madrugada.
“Vinieron un grupo y prendieron fuego el local de acá y, a su vez, mi casa“, relató con angustia. En el domicilio se encontraba junto a su esposa y sus tres hijos cuando escuchó que estaban rompiendo cosas en el comercio vecino. “Mi señora y yo dijimos: ‘Vamos adentro para no tener problemas’, cerramos todo y nos metimos en la casa“, explicó. Sin embargo, minutos después, notaron que el humo comenzaba a ingresar a su hogar.
“Mi señora fue la primera en salir y yo detrás, tratando de apagar lo que podía. La policía estaba ahí, pero no encaraban”, contó. Con desesperación, intentó apagar las llamas con baldes de agua y cortar la electricidad de su casa para evitar mayores daños.
El fuego arrasó con el comedor y la cocina, afectando un área de ocho metros de largo por uno de ancho. “Me reventó las paredes de punta a punta, torció los perfiles por la temperatura y ahora voy a tener que cambiar chapas y ver cómo soluciono las rajaduras“, detalló.
Juan Carlos lamentó haber quedado en medio de una situación en la que no tenía ninguna relación y resultó el más perjudicado. “No fueron personas, son la escoria de la sociedad. Yo no tenía nada que ver y fui perjudicado al 100%“.
A pesar de la angustia y la impotencia, agradece que su familia resultó ilesa. Ahora, busca ayuda para reconstruir su hogar. “Si alguien puede acercar algún perfil o algo, lo agradecería mucho. Si no, de a poco iré comprando“.
El caso generó preocupación en el barrio, ya que es la primera vez que ocurre un hecho de esta magnitud. “Pasé la noche corriendo de un lado a otro, intentando apagar, contener a mis hijos y viendo cómo se consumía mi casa“.
El fuego fue combatido por varias dotaciones de bomberos hasta la madrugada. Luego, Juan Carlos tuvo que acudir a la comisaría a declarar y regresó a su casa pasadas las 3:30.
“Me queda una enorme sensación de bronca e impotencia, pero agradezco que estamos vivos“, concluyó.
