Así quedaron algunos vehículos hoy, tanto en el balneario Piedras Coloradas de Las Grutas como en Punta Perdices, en el Puerto San Antonio Este, que está a 65 km por ruta 3.
¿La causa? La imprevisión de algunos automovilistas que, a sabiendas de que no se puede circular con vehículos por la costa, estacionan prácticamente al borde del mar. Y las mareas extraordinarias que se están registrando por estos días, que producen qué, al bajar, el mar se retire mucho, pero, al subir, supere con creces las alturas habituales, que promedian los 8 metros.
Los hechos se registraron cerca del mediodía, cuándo la pleamar estaba a punto de registrarse. En el caso de Piedras Coloradas, que está a 5 km en dirección al sur de Las Grutas, varios de los percances se produjeron en una zona muy próxima a la playa, en una depresión del terreno. Ese sector puede permanecer seco con mareas normales, pero se colma de agua cuando el mar es apenas un tanto más alto que lo habitual. Ningún cartel alerta sobre esta particularidad, y evidentemente tampoco los lugareños pudieron marcárselo a los desprevenidos, que vieron como sus vehículos quedaban bajo el agua.
En Punta Perdices, en tanto, pese a que desde el Estado anuncian que reforzarán controles para evitar que los autos invadan la playa, nadie controla este punto. Por eso fueron varios los que se vieron sorprendidos cuando el mar creció, y quedaron sin resto para maniobrar porque habían estacionado bien cerca de la orilla.
¿Lo demás? La desesperación por resolver la situación que se ve en los videos, a la que seguramente le siguió un impacto peor, porque el salitre directamente es mortal para el funcionamiento de los vehículos.