Un nuevo giro dio en las últimas horas la causa que investiga el crimen de José María Palavecino, el hombre al que golpearon, apuñalaron y enterraron cuando todavía estaba con vida en un descampado de General Rodríguez. La principal hipótesis hasta ahora sostenía que la detenida por el hecho había actuado en venganza por la presunta violación de su hijo de 17 años, por la cual acusaban a la víctima. Sin embargo, las pericias no advirtieron signos de abuso sexual.
La declaración del adolescente ante los psicólogos sacudió la investigación ya que, según trascendió en las últimas horas, contradijo su propia acusación. “Tal vez soñé que me violaron”, habrían sido sus palabras ahora, mientras que su madre, Nancy Elizabeth Montiel, se negó a declarar y sigue detenida por el delito de “homicidio agravado por alevosía y ensañamiento”.
“Lesión anal, perianal, genital, todos negativos. No hubo penetración. Tampoco hay lesiones a nivel genital que puedan ser de larga data”, reveló a Crónica el abogado de la familia Palavecino, en referencia al informe de los forenses.
Recién cuando se conoció la conclusión de los peritos fue que el menor, que en un principio había denunciado que lo habían violado en reiteradas oportunidades, cambió su versión de los hechos.
Hace unos 15 días, cuando la familia de la víctima alertó sobre su desaparición, la fiscal apuntó sus sospechas hacia Montiel, que acababa de denunciar que su hermano y Palavecino habían abusado de su hijo adolescente y después había amenazado con matarlos.
La funcionaria ordenó entonces un rastrillaje en un terreno baldío ubicado frente a la casa de la detenida y así dieron finalmente con el cuerpo de la víctima, que estaba enterrado a unos 40 centímetros de profundidad. La autopsia determinó que el hombre había sido golpeado en la cabeza con una pala, apuñalado por la espalda y cubierto después de tierra cuando todavía estaba vivo.
Los investigadores tendrán que determinar ahora por qué el menor acusó falsamente a la víctima de haberlo violado, o si la madre del chico mató a Palavecino por otro motivo.
“Mi hermano murió de un paro cardiorrespiratorio…de un shock hipovolémico …se desangró. Lo encontraron en posición fetal, con sus manos cubriéndose el rostro y la boca abierta. La autopsia también reveló que tenía tierra en la tráquea y en sus pulmones. Agonizó hasta morir”, reveló a través de un posteo en Facebook Lucía Palavecino, hermana del hombre asesinado. Y pidió: “Ayúdenme a difundir esto porque (los asesinos) son enfermos mentales y son capaces de cualquier cosa”.
Fuente: tn.com.ar