La muerte de Ceferino Nahuel Snidero, de 37 años, ocurrida el pasado sábado en el Hospital Municipal de Coronel Pringles, conmocionó a toda la comunidad y dio inicio a una investigación judicial para esclarecer las circunstancias del hecho. En este marco, el director del hospital, Nicolás Queti, brindó declaraciones públicas y aseguró que la institución actuó siguiendo todos los protocolos establecidos.
“Desde el primer momento nos pusimos a disposición de la justicia”, afirmó Queti, y explicó que ya se entregó toda la documentación solicitada, tanto en la etapa inicial como durante el allanamiento posterior al hecho. Según detalló, Nahuel ingresó al hospital derivado desde una clínica privada para realizarse una tomografía con contraste endovenoso, estudio que, subrayó, “no fue la causa de su fallecimiento”, aunque sí permitió detectar la patología de base que derivó en su desenlace fatal.
El director aclaró que el procedimiento fue realizado bajo los protocolos habituales, utilizando un contraste de bajo peso iónico, considerado de bajo riesgo, y aseguró que Nahuel no tenía antecedentes alérgicos conocidos. “Se hicieron todas las preguntas pertinentes y se contó con el consentimiento del paciente”, sostuvo Queti.
Consultado por la versión de la familia, que sostiene que hubo una reacción alérgica al contraste, el director fue categórico: “No hubo una reacción alérgica. La tomografía se realizó con normalidad. La descompensación del paciente ocurrió al finalizar el estudio, y en ese momento se activó todo el protocolo de emergencia, aunque lamentablemente no fue posible revertir la situación.”
Queti también confirmó el recorrido previo de Snidero: primero fue atendido en la guardia del hospital municipal, luego derivado a un sanatorio local donde quedó internado, y más tarde retornó al hospital municipal exclusivamente para realizarse el estudio tomográfico, dado que es el único centro de la ciudad con ese equipamiento.
Sobre la posibilidad de que el desenlace hubiera podido evitarse con un diagnóstico más temprano, el médico fue cauto pero firme: “Entiendo que no. Por la forma en que se desencadenó la patología, el pronóstico era muy grave y difícilmente reversible en ese momento.”
Finalmente, ante la consulta sobre la responsabilidad del hospital, el director remarcó: “El paciente fue atendido como corresponde. Se siguieron todos los pasos habituales. No consideramos que haya habido una falla por parte del hospital. Pero, por supuesto, será la justicia quien determine lo ocurrido.”
