Corrían los primeros años de la década del ’90 cuando Diego Armando Maradona visitó Marisol.
Ya era el mejor jugador, venía con la copa del mundo bajo el brazo, reconocido en cada rincón del planeta y, sin embargo, eligió el balneario del partido de Coronel Dorrego para encontrar tranquilidad y escaparse un poco del estrellato, las luces y las cámaras.
En aquel momento no habrá quedado ni un vecino sin una foto o un autógrafo de Diego. Y es que el pueblo lo recibió tan bien, que el “Diez” les devolvió con la misma amabilidad y cariño.
Fueron 4 las veces que Maradona visitó el lugar y esto quedó bien guardado en el corazón de los lugareños.
Entre tantas actividades que realizó, el “10” accedió a jugar un partido a beneficio para la unidad sanitaria de Oriente. Su equipo estaba conformado por algunos amigos porteños y jugadores de Quequén y de Oriente Fútbol Club, y se enfrentó a un conjunto compuesto por empleados de la radio de AM de Coronel Dorrego.
Según contó a Canal Siete Carlos Keller, quien en ese momento fue su fotógrafo, el estadio estaba repleto, haciendo referencia a todo lo que significaba la visita de Diego.
Entre risas, comenta que aún siendo un encuentro benéfico, Diego quería ganar en todo y consecuentemente daba todo de sí.
Además del fútbol, durante sus días allí jugó al paddle, comió asados, se reunió con los pueblerinos y la pasó realmente bien.
Algo hizo que vuelva. La comodidad de su familia, la seguridad de sus hijas, la paz del lugar y la simpleza de quienes lo recibieron.
Esta entrada ha sido publicada el 6 de diciembre, 2020 13:00
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