El 27 de abril de 2016, había un antes y un después en la vida de la familia Bruzzón. Ese día nacía Estanislao, tras 25 semanas de gestación con un peso de 800 gramos y con riesgo de vida, algo que no pudo soportar su hermano mellizo, Augusto, que falleció al nacer.
Ellos son de Garré, partido de Guaminí. En aquel momento tuvieron que ser trasladados al Hospital Raúl Matera de Bahía Blanca, por el estado delicado.
Pasaron 96 días en la sala de neonatología, de mucha angustia por la pérdida de uno de los bebes, pero también de mucha esperanza en su madre Marcela y su padre Mariano para que el pequeño pueda sobrevivir.
En aquel momento, hicieron una promesa, si su hijo se salvaba, irían desde Garré hasta el hospital que los acompañó durante todo el proceso en Bahía. La particularidad es que ese viaje sería a caballo. Sí, 275 kilómetros recorridos en seis días para cumplir con su palabra.
Además llevaron la imagen de la Virgen de Fátima, para que proteja a todos los bebes que pasan por la sala de neonatología del hospital y en agradecimiento a los médicos y enfermeras que siempre estuvieron cerca de este nene que hoy es un niño sano, divertido y por sobre todo muy feliz. Una gran historia, que hoy merece ser contada.
