Daniel Fernández, uno de los 44 tripulantes, nació y creció en la ciudad rosaleña
La noticia del submarino es triste para todos los argentinos, pero cada familiar de los tripulantes, la intenta asimilar como puede.
Si bien saben del riesgo de la profesión que eligieron sus hijos, hermanos, maridos, nunca imaginarían que hoy la noticia fuera la que se está diciendo en todo el mundo.
La desaparición del ARA San Juán con 44 personas, tiene a todos angustiados. Y la familia de Daniel Fernández, no encuentra consuelo.
El hombre de 40 años, que el próximo 14 de diciembre llegará a los 41, zarpó de Ushuaia con la esperanza de llegar a Mar del Plata, donde hoy está viviendo junto a su mujer Natalia y sus dos hijas, Isabella de 4 y Sofía de 2 años.
El nacido en Punta Alta, es uno de los 4 hermanos. Paola, la única mujer y la más chica, Claudio y Pablo que es su gemelo. Sus padres Juan y Graciela, hasta hace dos días permanecían expectantes en la Base de Mar del Plata como el resto de los familiares de los tripulantes, pero la tristeza los invade y decidieron volver a su casa.
Los recuerdos de Daniel, en la ciudad rosaleña, de la que se fue de joven, además de sus estudios en la primaria Nº9 y secundaria en el Ex Colegio Nacional, es jugando de arquero en Sporting de Punta Alta. Allí pasó grandes momentos de su vida, hasta que su destino fue “la feliz” donde comenzaría su nueva etapa como estudiante y posteriormente como Suboficial 2º de la Armada Argentina.
Su padre Juan y su hermana Paola dejaron mensajes en sus redes, que entristecen a cualquiera, ellos sufren la situación del submarino de cerca y no encuentran una explicación, mientras tanto pasan los días y no hay ningún rastro. Solo la información de una explosión cerca del área donde se comunicó por última vez el submarino nacional.
Esta entrada ha sido publicada el 24 de noviembre, 2017 17:52
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