Las historias en la Salada (Villarino) son muchas, pero hay una que llama la atención y es la de un caballo.
Se llama Yamandú, tiene 20 años y se sumó a la tradición familiar, la de tomar mate.
Su dueña, Laura Rodriguez, agarra el termo, ceba mate y el equino es uno más y disfruta de compartirlo con la gente.
El mate no es solo beber un líquido a través de una bombilla, es algo más que eso, es como una sensación, un sentimiento, una compañía.
Él no es un humano, no distingue entre yerbas, solo quiere compartir un momento con la gente y mostrar su cariño.