Los incendios ya arrasaron con más de un millón de hectáreas y los productores todavía siguen descubriendo animales y zonas afectadas por el fuego.
Tal es el caso de Betina Selhamer, que tiene junto a sus primos miles de hectáreas en el límite que divide Provincia de Buenos Aires con Río Negro, a unos 250 km de Bahía Blanca, allí la familia no podía creer lo que dejó el paso del fuego.
Hasta ahora llevan observadas más de 250 vacas muertas y un 90% del campo quemado.
La situación es crítica para ellos y sus vecinos productores, porque aún no tienen la certeza de cómo seguirán. La tristeza los invade y por momentos piensan en cerrar la tranquera y vender las hectáreas.