Un informe de PPT hizo foco en la causa que tiene como imputado a Claudio Scapolán, a dos de sus secretarios y a nueve policías que trabajaban en la Delegación San Isidro de Investigaciones Complejas y Tráfico de Drogas Ilícitas de la policía bonaerense.
Jorge Lanata presentó en PPT Box un informe sobre el fiscal de San Isidro, Claudio Scapolán, imputado y con un pedido de desafuero para ser detenido en el marco de una causa que lo investiga como supuesto jefe de una asociación ilícita junto a policías bonaerenses, por el presunto armado de causas vinculadas al narcotráfico.
“El Gobierno dice que quiere reformar la Justica. No es así. Quiere reformar el 10% de la Justicia. El otro 90 no lo toca”, señaló Lanata como prólogo del extenso informe sobre “el fiscal narco”
Los hechos que le imputan a Scapolán están vinculados al presunto armado de causas entre 2013 y 2015 cuando estaba al frente de la ex Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Investigaciones Complejas de ese departamento judicial, disuelta en 2016.
La imputación de la justicia federal es que Scapolán y un grupo de policías que trabajaba en la Delegación San Isidro de Investigaciones Complejas y Tráfico de Drogas Ilícitas de la policía bonaerense, armaban causas, pedían coimas a narcos y hasta se quedaban con droga de algunos operativos.
Al menos dos son las causas por narcotráfico iniciadas por Scapolán en las que se detectaron las irregularidades y quedaron nulas y motivaron la investigación federal sobre el funcionamiento de su fiscalía.
Una de ellas, según las fuentes, es una causa de 2014 en la que un detenido denunció que el propio fiscal Scapolán y los policías de Drogas Ilícitas de San Isidro le “plantaron” tizas de cocaína en su auto, le exigieron 20.000 dólares de coima a su mujer y le “armaron” una causa.
En ese expediente, el denunciante presentó un video de una cámara de seguridad de un estacionamiento de San Martín que presuntamente compromete al fiscal Scapolán y a los policías.
Otro de las supuestas causas irregulares de la fiscalía es la que se conoció el 29 de diciembre de 2013 como la operación “Leones Blancos”, en la que se secuestraron casi 500 kilos de cocaína en una camioneta interceptada en Boulogne y tras un allanamiento en una quinta del partido de Moreno.
En el juicio oral, el Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de San Martín declaró nula la causa y absolvió a los cuatro imputados, luego de establecer que la llamada anónima a la Delegación Quilmes de Drogas Ilícitas de la policía bonaerense -que supuestamente había dado origen al procedimiento-, nunca existió y en cambio sí se detectaron antes de ese supuesto llamado cruces telefónicos sospechosos entre el fiscal y el jefe de operaciones de esa dependencia.
Además, declararon policías arrepentidos que afirmaron que en ese operativo hicieron figurar 500 kilos de cocaína, pero en realidad era el doble y se robaron media tonelada de esa droga.
El viernes pasado fueron allanadas una fiscalía en los tribunales de San Isidro, la sede de Drogas Ilícitas de la policía bonaerense en Martínez y la comisaría de Benavídez, porque allí había estado detenido uno de los denunciantes
Dos secretarios que en esa época trabajaban en esa UFI junto a Scapolán, Maximiliano Jarisch y Gustavo Sanvitale, fueron detenidos por la PFA.
En total fueron detenidos nueve policías: los comisarios Marcelo Di Rosa y Roberto Adrián Okurzaty; los subcomisarios Oscar Antonio Caviglia y Juan José Magraner; los oficiales principales Juan Alberto Elizalde y Juana Elizabeth Medina; el subteniente primero José María Delgado; el sargento Santiago Ignacio Cabre; y el ayudante Alexis Jesús Tabares.