Este sábado a las 18hs en Puente Cultural, el Ballet de Sur nos acerca “Giselle” una nueva propuesta para disfrutar por la pantalla de Canal Siete.
Sobre Giselle
Sintesis del ballet romántico por excelencia, de intensa profundidad emotiva que va más allá de una ajustada interpretación, fue estrenada en la desaparecida Ópera de París (Sala Le Peletier) en junio de 1841; y reconoce una restructuración en la Rusia imperial casi cuarenta años después, por obra y talento de Marius Petipa. La coreografía original es de la autoría de Jules Perrot -quien puso los pasos para los protagonistas- aunque su nombre no pudiera figurar en los anuncios por un problema con la administración de l’Illustre Maison, mientras que Jean Coralli se ocupó de aquellos del cuerpo de baile y los solistas.
La música -la más lograda partitura de Adolphe Adam- característica del romanticismo balletístico, resalta el ambiente campesino del primer acto, acentúa el drama de su culminación, y crea una atmósfera de irrealidad y ensueño en el segundo destacándose en su pieza, el uso del leiv motiv , breve tema asociado a un personaje o idea.
Argumento
Primer acto
En los valles cercanos al Rin vive Giselle, una campesina de gran belleza y extremada inocencia. Giselle desea ante todo bailar, pero es reprimida constantemente por Berther, su madre, quien teme, debido a su frágil y quebradiza salud, que Giselle muera doncella antes de su boda, convirtiéndose así para la eternidad en una Willi, (espíritus nocturnos del bosque que matan a los hombres que están en él después de la media noche). Albrecht, duque de Silesia, corteja a Giselle haciéndose pasar por Loys un apuesto aldeano llegado a la vendimia, mientras Hilarión, el guardabosque que está profundamente enamorado de Giselle, sospecha de la identidad y del engaño del forastero.
La corte del príncipe de Courtland, regresando de una cacería, hace un alto en el camino en la casa de Giselle para comer y beber, Bathilde la hija del príncipe y prometida de Albrecht se impresiona por el encanto de Giselle y se hacen confidencias sobre sus amoríos sin saber ninguna de las dos que ambas aman al mismo hombre.
En el pueblo se celebra la fiesta de la vendimia y los jóvenes del pueblo eligen a la reina, honor que recae en Giselle, quien con permiso de su madre baila para todos. Hilarión entre tanto descubre la verdadera identidad de Albrecht, y aprovecha la presencia de la corte y de su prometida Batidle para desenmascararle.
Giselle es sorprendida por el engaño y su inocencia se ve rota por la traición, haciéndola caer en una desesperación que la arrastrará hacia la locura y la muerte.
Segundo Acto
La escena transcurre en un bosque al borde de una laguna, donde se encuentra la tumba de Giselle. Por las noches, el bosque está dominado por las Willis, espíritus de las novias abandonadas por sus prometidos antes de casarse. Bajo el mando de Myrtha, obligan a cualquier hombre que pase por ahí a bailar hasta su muerte. Por fin, aparece en ese mundo fantasmal la nueva Willi, Giselle.
Hilarión visita la tumba de su amada y se encuentra repentinamente rodeado por las Willis, quienes, sin piedad, lo obligan a bailar y a lanzarse al lago. Albretcht también visita la tumba de Giselle e implora perdón por el engaño. La doncella aparece conmovida ante su dolor y debido al amor que aún siente por él, lo perdona.
Sin embargo, la inflexible Reina de las Willis, Myrtha, ordena a Giselle hacerlo bailar hasta su muerte. Giselle protege a Albretcht de las Willis, le indica que se abrace a la cruz de su tumba para destruir el sortilegio. El baile envuelve a los enamorados y el joven es arrastrado por la fatal locura de la danza de las Willis.
Amanece. Las Willis desaparecen y Albrecht está salvado. Giselle retorna a su tumba, dejando a su amado solo y exhausto., y su imagen se desvanece con la luz del nuevo día. Nada queda entre las manos de Albrecht, tal vez solo una flor de la tumba de su amada.