En un esperado veredicto, el Tribunal Criminal N°3 sentenció ayer a 25 años de prisión a cada uno de los imputados por el homicidio agravado de Agustina Castro. La joven, que además se encontraba embarazada de 27 semanas, fue víctima de un ataque a tiros en su propia vivienda, un caso que conmocionó a la comunidad local. Se trata de Adrián Ernesto González y Mario Gustavo Guzmán.
Ignacio Yazyi, abogado de la familia Castro, explicó en detalle las circunstancias y la relevancia de este fallo que cierra una investigación de más de dos años. Según Yazyi, el tribunal determinó que los acusados actuaron bajo una “coautoría funcional”, lo que significa que ambos tenían un plan conjunto para cometer el delito. “Tenían un plan común que era hacerse de armas, ir a la vivienda de la víctima y disparar. Lamentablemente, a causa de esos disparos, Agustina perdió la vida”, comentó el abogado.
El caso de Agustina Castro destacó por la crueldad y premeditación de sus autores. Yazyi subrayó que los agravantes en este caso fueron determinantes en la sentencia: la edad de la víctima, que era muy joven, y su estado de embarazo avanzado. “Estos agravantes fueron solicitados tanto por el Ministerio Público Fiscal como por nuestra parte, la acusación privada”, señaló Yazyi.
Aunque el Ministerio Público Fiscal había pedido 25 años de prisión, la acusación privada, representada por la familia Castro, había solicitado una pena de 33 años. “No hay pena que devuelva a su familiar, pero la familia está satisfecha de que ambos imputados, quienes participaron en la coautoría funcional, hayan sido condenados”, dijo Yazyi, reflejando la mezcla de dolor y alivio de los seres queridos de Agustina.
La condena se basó en pruebas contundentes que incluían testimonios, videograbaciones y pericias científicas. “Los testigos los identificaron, las cámaras los captaron en el lugar del hecho y el dermotest, que es una prueba química para detectar pólvora en las manos, fue crucial. Esta pericia, aunque tardó meses, confirmó la presencia de pólvora en las manos de los imputados”, explicó Yazyi.
Durante el juicio, la defensa intentó minimizar la responsabilidad de sus clientes, alegando que se trataba de una disputa por una supuesta deuda de 30.000 pesos y que cada uno culpaba al otro de haber disparado. Sin embargo, el tribunal no aceptó estos argumentos y concluyó que ambos eran igualmente responsables. “El tribunal entendió que el móvil, aunque relevante para la familia, no cambiaba el hecho fundamental: dispararon y causaron la muerte de una joven mujer”, dijo Yazyi.
Tras la lectura de la sentencia, los condenados fueron retornados a la Unidad Funcional N°4 de Bahía Blanca, donde han estado en prisión preventiva. Yazyi mencionó que, aunque existe la posibilidad de que los condenados apelen la decisión, no tiene información sobre los próximos pasos de sus defensores. “Es probable y posible que apelen, pero aún no tengo conocimiento de sus intenciones”, aclaró.