Entre los días 5 y 9 de agosto y bajo la modalidad de juicio por jurados tendrá lugar el debate de la causa denominada “casa del terror”, donde integrantes de una familia prostituía y abusaba sexualmente de dos menores de edad
La Dra. Claudia Fortunatti, representante del Tribunal Criminal 2, será la jueza técnica del debate a desarrollarse en eñ 5to. piso del Palacio de Tribunales, en Estomba 34
La investigación comenzó en noviembre del 2022, las niñas tenían 4 y 10 años cuando comenzaron los abusos, eran explotadas sexualmente por su abuela, su papá y su tío. La banda funcionaba dentro de la casa de la familia, la abuela solía disfrazarse para infundirles, temor a sus nietas para lograr someterlas y que las abusen.
Los hechos ocurrieron entre 2011 y 2014, la familia entregaba a las menores a oficiales de la Armada Argentina en Punta Alta.
Los miembros de la familia solían darles somníferos, carne cruda, torturaban y amenazaban con hacerle daño a la madre de las menores. En muchas oportunidades las hermanas presenciaron como su tío abusaba de la madre al no cooperar, y también eran abusadas por su padrino.
El caso lo lleva adelante la UFI Nº 14, a cargo (ahora) del Fiscal Marcelo Romero jardín, aunque las primeras instrucciones fueron realizadas por quien era la titular, Dra. Marina Lara, del departamento judicial de Bahía Blanca.
En ese momento fueron detenidos un suboficial primero de la Armada, padre de las menores; la abuela y el tío paternos (el hombre tiene domicilio en Neuquén), además del padrino de una de las niñas, que también es militar y fue detenido en el edificio Libertad, sede de la citada fuerza en la avenida Comodoro Py al 2000, Capital.
Ninguno fue identificado para preservar la identidad de las víctimas.
Al momento de ser indagados, la fiscal de instrucción, Marina Lara, imputó al padre, la abuela y el padrino de organizar las citas sexuales de los adultos con las niñas a cambio de dinero y, para doblegar la resistencia de las pequeñas, darles drogas y amenazar
las con matar a otros familiares (incluso la abuela se disfrazaba para asustarlas).
El padre y el tío, a su vez, están acusados de abusar de la madre denunciante, a quien también dormían bajo sedantes.
Y el padre, el tío y el padrino, por último, también están sospechados de violar a las dos jóvenes, que al menos hasta el último tiempo recibían asistencia psicológica y psiquiátrica en un hospital.
Los aberrantes delitos habrían sucedido no solo en Punta Alta, según pudieron establecer los investigadores.
También se registraron en la ciudad de Ushuaia (Tierra del Fuego), donde la familia también convivió un tiempo por razones de índole laboral.
Desde la Fiscalía creen tener pruebas suficientes para acreditar que las niñas fueron ultrajadas, de distinta manera, a partir de 2011 y desde que tenían 6 y 8 años de edad, y que sufrieron un verdadero calvario en un ámbito que debería haber sido contenedor.