Su hermano Daniel relató cómo fue el crimen del que también resultaron heridas su madre y una amiga. Dos días antes habían alquilado una quinta para celebrar el cumpleaños.
La familia de Florencia Jazmín Santi todavía sigue conmocionada por el brutal crimen de la adolescente de 14 años. En el trágico episodio también fueron protagonistas su madre, Verónica Caballero, y Nerea Rodríguez, una amiga, de 13.
“Era la princesa de la casa”, así definió Daniel Santi a su hermana, quien estaba a un mes de cumplir 15 años y con quien dos días antes del homicidio había ido a reservar la quinta en la que iban a realizar la fiesta de quince.
El hermano de la víctima contó que la noche en la que reservaron el lugar para hacer el cumpleaños llegó tarde a su casa, pero eso no le impidió para seguir con los preparativos de los festejos junto con la menor de sus hermanas.
Daniel detalló que con Florencia armaron la lista de los invitados para la fiesta, la comida que iban a preparar y los juegos que se iban a hacer durante el cumpleaños del próximo 10 de febrero.
“Ese día me dijo que no sabía lo de la quinta, que capaz quería un curso de manicura y quedamos en charlarlo más adelante”, contó Daniel, quien ya no vive con sus hermanos y no estaba cerca al momento del asesinato.
La pasión por la manicura, los productos de belleza facial y la estética en general era uno de los aspectos de la vida de Florencia que se destacaban. Incluso, la joven buscaba profesionalizar sus saberes y trabajar en ese rubro en un futuro.
“Ella quería ser manicura, le encantaba ponerse pestañas y hacerse las uñas. Quería arrancar un curso para aprender eso. Le gustaba esa idea, pero quería hacer algo personal y cumplir sus objetivos”, contó su hermano.
Por otra parte, Daniel reveló que su hermana recibió entre tres y cuatro puñaladas en el pecho y una en el cuello que finalmente le provocó la muerte. “Los médicos no descartaron que haya tenido muerte cerebral también”, agregó.
Santi también contó que la grave situación de salud de su madre -quien también fue atacada por Mauro Caballero- fue algo que golpeó a toda la familia y a una gran parte de la localidad bonaerense de Merlo.
“Mi mamá es otra de las mimadas de la casa. Fue un golpe muy duro para toda la familia, no tenía quejas con nadie, no discutía, en el barrio se la quiere mucho. Es muy duro aceptar lo que está pasando”, señaló.
Si bien destacó que la evolución de la mujer de 38 años es favorable, aun su pronóstico es reservado y continúa en terapia intensiva. “Recibió entre 7 y 8 puñaladas, de las cuales 4 fueron en la panza y dos de esas le perforaron los pulmones”, detalló.
El mayor de los hermanos contó que su madre aun no sabe sobre la muerte de Jazmín, dado que estuvo inconsciente desde el miércoles por la tarde. “Hasta que no nos den el parte no vamos a contarle a mi mamá, vamos a trabajarlo con los médicos. La amiga de Jazmín tampoco sabe porque está en terapia intensiva”.
Daniel Santi acusó a Mauro Caballero de planificar el crimen. Según el hombre, el asesino sabía los horarios del resto de sus hermanos que trabajan en un supermercado y decidió atacar cuando las víctimas estaban solas en la casa.
“Entró a la casa, cerró la puerta y, como no tiene picaporte del lado de afuera, automáticamente quedó clausurada. Tomó el celular de una de las chicas y con la otra mano comenzó a apuñalarlas. Lo que salvó la vida de mi mamá y de Nerea fue que la ventana estaba abierta”, relató el hombre.
En esa misma línea, detalló: “La entrada era un charco de sangre de dos metros. La habitación era una masacre, tuvimos que tirar todos los colchones porque estaban llenos de sangre. Era una masacre, no tenía explicación”.
Según el descargo de Daniel, Caballero llegó a la casa “con la idea de asesinarlas y al no poder hacerlo se llevó los celulares” a modo de coartada. “Si hubiese venido a robar no hacía falta el arma blanca”, remarcó.
El hermano de la víctima reconoció que el asesino frecuentaba su casa, dado que Verónica -su madre- “era la única que lo apañaba de la familia”. En ese sentido, contó que el resto de los familiares había cortado toda relación con él “porque a cada casa que iba se robaba objetos de valor”.
“Mi vieja siempre lo entendía por el tema de las drogas, pero a veces la droga no es razón para hacer lo que hizo. Hay cosas que no se perdonan”, recalcó. Al mismo tiempo, reveló que lo internaron varias veces en granjas de rehabilitación: “No duraba más de 48 horas, él se quería ir y tenía el derecho de hacerlo, así que no sirve de nada”.
Caballero fue detenido pocas horas después en la localidad bonaerense de Ramos Mejía cuando intentaba quitarse la vida. “Lastimosamente no se tiró. Quedará preso, pero no le darán más de 15 o 20 años y lamentablemente a mi hermana no me la devuelve nadie”, cerró.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 11 de enero, 2024 08:06
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