El jueves pasado, un pescador encontró cinco bolsos que contenían 150 “panes” de cocaína, con un peso de más de 170 kilos. Aparecieron flotando a la deriva en la ría, a la altura de la Base de Puerto Belgrano. El misterio lo completó una lancha a la deriva sin tripulantes hallada por la Prefectura en la boya 31 del puerto de Ing. White.
Ambos hechos tendrían relación y una lógica: el tráfico de droga a Europa. Los investigadores creen que el cargamento se perdió por un posible accidente cuando la embarcación se disponía a hacer una peligrosa maniobra.
Se trata del método conocido como “rip off” o “gancho ciego”, que los narcos realizan para contaminar una carga legal de un buque, ya controlada por la Aduana, con destino a Europa. El container es abierto -rompiendo bisagras y luego soldándolas o colocando precintos mellizos- por la tripulación cómplice de la maniobra para colocar los paquetes. Luego, la enorme caja de metal se abre en el destino.
En este caso, se trataría de una variación más audaz. Los barcos salen del puerto controlados, pero antes de entrar a altamar, una embarcación pequeña se acerca con la droga y se pone a la par. Luego, con una soga, suben los paquetes al buque. Más tarde, la operación se repite en el país de llegada, antes de llegar al puerto.
Por esa razón, los bolsos son estancos, es decir, a prueba de agua. Creen que, en el caso de Bahía Blanca, la lancha naufragó al golpear con el buque al que debía cargar los panes. Incluso, las personas que iban a bordo podrían haber perdido la vida.
También, los cargamentos de cocaína pueden ser colocados en los buques por un buzo especializado. La metodología ya se detectó en varios países.
La investigación por el hallazgo de los 170 kilos de cocaína está a cargo de la titular del Juzgado Federal N° 2 de nuestra ciudad, la Dra. María Gabriela Marrón y la Fiscalía Federal N° 1 del Dr. Rodolfo Javier Murillas, quienes ordenaron el decomiso de la droga, que tiene un valor de más de 211 millones de pesos.