Gabriel García Gurrea, el hombre de 46 años, que desapareció el 20 de mayo y que aún no aparece. Las sospechas están puestas en su pareja Pamela Antunez (52) y un vecino, Marcelo Campetella, que vivía en el mismo edificio en General Paz 85, quién según refirieron autoridades de la investigación eran amantes.
García Gurrea trabajaba en una verdulería en Punta Alta, y por tres días no fue a trabajar, lo que generó sospechas en el dueño, que intentó saber por qué no lo hacía, y la mujer le respondió “tuvimos una discusión, se sintió mal, se fue y no volvió aún” misma versión que le dio a la familia del desaparecido, que luego de esa comunicación no pudieron contactarse más con Antunez.
Según refirieron compañeros de García Gurrea en la verdulería, el hombre tenía una relación conflictiva con la mujer y ha llegado golpeado varias veces al trabajo.
Cuando el fiscal Rodolfo de Lucía, pidió la aprehensión de ambos sujetos sospechosos, es donde comenzó a ver contradicciones en sus versiones. Según las pericias que se pudieron hacer sobre el celular de los dos apuntados por la investigación, se encontraron con que se había borrado todo tipo de chats y mensajería.
Otro de los puntos que genera más dudas aún, es que la mujer tiene una camioneta Eco Sport y el día de la desaparición, le pidió prestado a su hija un Citröen C4, que luego declaró “mi mamá me devolvió el auto todo embarrado y manchado”.
Por su parte Campetella dijo “el 19, 20 y 21 de mayo yo estaba en campo, cerca de Chasicó”. Curiosamente ese 21 se ve una Toyota Hilux y el C4 en la misma dirección saliendo de Bahía Blanca. Y además se constató que se realizaron 15 llamadas en común entre ambos sospechosos.
Otro de los hechos que también fueron aportados a la investigación, es que enfrente al departamento en General Paz 85, hay un hotel y una cámara de seguridad, que según refirieron cuando fueron a buscar las imágenes de ese día, el disco rígido las elimina automáticamente pasados los 4 días. Pero los empleados de allí dijeron “casualmente una mujer el otro día vino a pedir lo mismo (en alusión a Antunez)”.
Por ahora no se les imputa a estas dos personas, ni desaparición, ni secuestro, ni homicidio. Pero aún la causa no está cerrada y pueden imputarles falso testimonio.
Es por eso que según palabras de una vidente que dio detalles muy certeros, y por como se va llevando la causa, llegaron hasta ese campo de la familia de Campetella, donde podría haber indicios de qué pasó con García Gurrea.
