La casa donde la mujer vivía junto a sus cuatro hijos en la ciudad de Río Cuarto se llenó de terror la madrugada del viernes cuando su expareja, que tenía una restricción perimetral, irrumpió dispuesto a matarlos a todos.
“Papi no nos mates”, fueron las palabras de una de sus hijas, a la cual tenía en brazos, al verlo aparecer con dos armas de fuego en las manos. Entró apuntándoles y amenazándolos pero en ese momento, al escuchar a su hija, le apuntó directamente a la nena a la cabeza.
Todo se volvió una locura de la cual lo único que la mujer quería era que tanto ella como sus hijos pudieran salir con vida. Todavía conmocionada, contó en diálogo con El Doce que una de sus hijas golpeó a su padre con un trofeo, y otra se le tiró encima para evitar que dispare.
Entre forcejeos, el hombre pudo llegar a la cocina y tomar un cuchillo con el que intentó apuñalarla. Pero al mismo tiempo, los chicos salieron a pedir a ayuda a los vecinos. La policía llegó a los pocos minutos, justo para ver como ardía la casa.
De acuerdo al relato de la víctima, el último intento de su expareja por concretar su objetivo criminal fue rociar todo con el bidón de nafta que usaba para la estufa y prenderlo fuego. Afortunadamente, los daños solo fueron materiales.
“Lo mas triste es que mis hijos hayan tenido que pasar por esto. Fue muy doloroso. El tiene antecedentes. Si no fuera por mis hijas, yo no lo estaría contando”, sostuvo. “Él se quiso asegurar de matar a su familia“, agregó.
La mujer remarcó que estuvo en pareja con él y fue víctima de violencia de género durante 14 años, pero que finalmente se animó a denunciarlo por el amor a sus hijos. Por último, sobre la posibilidad de que la justicia lo deje en libertad, aseguró: “Si a él lo llegan a soltar yo me tengo que ir de Río Cuarto”.
Fuente: tn.com.ar