Luego de los alegatos, Galo Ochoa finalmente dio su testimonio. Pese a que no tiene valor para lo que reste del juicio, utilizó unos minutos para mostrarse arrepentido por lo sucedido.
“Independientemente de lo que el Tribunal decida, mi condena interna va a ser perpetua” comenzó diciendo. Luego, mirando por primera vez a los ojos de los padres de Matías, aseguró “Yo también soy padre”, demostrando empatía con su dolor.
Además, destaca que siente cargo de conciencia y culpa. “Hace más de un año y ocho meses me levanto con una carga enorme. En todo este tiempo no he podido dormir más de 20 o 30 minutos de corrido”, lamenta.
Por último expresó que jamás tuvo intenciones de dañar ni a Matías ni a ninguna otra persona. “Me arrepiento enormemente, de ese día, haber conducido en esas condiciones”, concluyó.