El crimen de Rosa Acuña fue cruel. La golpearon, la violaron y la prendieron fuego cuando todavía estaba viva en la ciudad de Trelew. El testimonio de la joven, de 25 años, fue clave para que detuvieran a la pareja que en 2016 engañó y prostituyó a tres nenas en la zona de la Plaza Miserere de Once.
Después de tres años María de los Ángeles Acosta y su pareja, Rodolfo Mauricio Barrionuevo, fueron condenados a 12 años de prisión por prostituir a la hija de la mujer y a dos amigas, de 12 y 14 años, por 500 pesos. Las chicas creían que iban a ir a conocer Puerto Madryn pero terminaron inmersas en un infierno en Buenos Aires, del que terminaron saliendo gracias al dato que reveló Rosa sobre los proxenetas.
“La Gorda se las llevó a Buenos Aires para prostituirlas“, le dijo Rosa a la mamá de una de las nenas cuando se enteró de que la estaba buscando. “La Gorda” a la que hacía referencia era Acosta, quien no solo había puesto una excusa falsa cuando pidió permiso para llevarse a la víctima sino que después dejó de responder los mensajes a su familia cuando empezaron a preguntarle por ella, publicó Infobae.
Rosa también había sido víctima de Acosta cuando era más joven y por eso apuntó con seguridad contra ella. Sus dichos dieron pie a una investigación que derivó unos días después en el allanamiento dentro del barrio La Carolina en Florencio Varela en el que rescataron a las víctimas. Las tres estaban nerviosas y angustiadas junto a sus captores, quienes les daban de comer alfajores con gaseosa y las habían obligado a consumir cocaína, pasta base y pegamento todos los días.
La causa fue elevada a juicio oral en 2017 y recién hace unos días se conoció la condena. Pero en medio del proceso, en septiembre del año pasado, el cuerpo de Rosa apareció calcinado en un descampado cercano al parque industrial de Trelew.
La madre de una de las víctimas declaró en el juicio que Rosa había sido asesinada por ser testigo del caso. Aunque tal afirmación no se pudo probar y cuando tuvo la palabra Acosta desmintió esa denuncia, la sospecha no desapareció.
La investigación por el crimen de Rosa se abrió en paralelo a la causa por trata que terminó llevando a la cárcel a la pareja. Se supo que Rosa fue a una fiesta donde hubo consumo de alcohol y drogas, que en un momento de la noche quisieron tener relaciones sexuales con ella y como se negó, la golpearon para someterla, la violaron en grupo y después la quemaron viva.
Fuente: tn.com.ar
Esta entrada ha sido publicada el 9 de agosto, 2019 10:14
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