Tres delincuentes irrumpieron en una pizzería del barrio porteño de San Cristóbal minutos después de la medianoche. Todavía quedaban al menos una decena de clientes comiendo y, sin saber que uno de ellos era policía, tomaron de rehén a su hijo de tres años.
Un cuarto cómplice esperaba fuera del local ubicado en la esquina de Independencia y Dean Funes con el auto en marcha para acelerar la fuga, pero el plan salió mal desde el principio.
Mientras los delincuentes, con el chico como escudo, intentaban hacerse del dinero de la caja registradora, el cocinero salió con un palo de amasar a enfrentarlos, indicó Crónica. El momento de confusión fue la ocasión para que el policía diera la voz de alto y terminó de precipitar al fuga.
Sin embargo, uno de los sujetos no llegó a subir al vehículo, trató de escapar a pie pero fue perseguido por el agente y por otro policía que estaba de consigna en al zona. Acorralado, sacó un arma de fuego y disparó contra ellos.
El ladrón fue el único que resultó herido en el tiroteo. Un balazo lo alcanzó en una pierna y un segundo disparo impactó en su estómago. Lo interceptaron a dos cuadras del lugar del hecho y quedó detenido. La investigación se encuentra a cargo de la Gendarmería Nacional Argentina junto a personal de la Comisaría Vecinal 3B, por orden judicial.