El alerta que recibió la policía de Misiones advertía que entre las localidades de Mojón Grande y Florentino Ameghino vivía un mecánico que tenía pedido de captura en Brasil desde hace 19 años.
Los investigadores pusieron en marcha entonces un operativo encubierto y simularon ser clientes con un desperfecto en el auto para atraer al acusado. El plan funcionó: tras un breve intento por negar su verdadera identidad reconoció que era Luiz Daniel Reichel, el hombre que buscaban por el crimen de su pareja.
El asesinato de la mujer no había sido el primer problema de Reichel con la ley sino la gota que rebalsó el vaso y lo obligó a escapar lejos y ocultarse. En 1996, el brasileño le disparó cuatro tiros a un vecino porque sospechaba que era el amante de su esposa.
Tampoco entonces tuvo consecuencias por su accionar y cuatro años después mató a su pareja. A ella la asesinó de seis tiros delante de sus hijos y se dio a la fuga. El femicida fue detenido en Corrientes pero lo excarcelaron y volvió a escapar. Así llegó a Misiones, indicó El Territorio. El tiempo pasó y no tardó en dejar su antigua vida atrás. Volvió a formar una familia y empezó a trabajar como mecánico. Su impunidad llegó a su fin después de casi dos décadas.
La jueza de Instrucción Selva Raquel Zuetta dispuso en un primer momento la expulsión del país del brasileño pero al comprobarse que también había un requerimiento por rebeldía del Juzgado Federal de Paso de los Libres, ordenó que el asesino quede detenido en la Prefectura Naval a disposición de esa dependencia judicial. Por la causa penal en su país, podría recibir una condena de 28 años de cárcel.
Fuente: tn.com.ar