Luciana Vera, de 34 años, fue condenada en un juicio abreviado en Santa Fe a tres años de prisión condicional por abusar sexualmente y extorsionar a un chico de 15 años, vecino y amigo de su hijo. A pesar de la gravedad del hecho, sin embargo, la mujer está libre. “Si cumple con una serie de reglas de conducta no va a ir presa”, señaló en TN Norberto Ríos, fiscal del caso.
Entre los requisitos a los que hizo referencia el funcionario, figura un resarcimiento de 90.000 pesos -en dos cuotas iguales- que Vera tendrá que pagarle al joven. También tuvo que mudarse de ciudad, tal vez más presionada por la condena social. Es que en Villa Guillermina, la comuna ubicada en el noroeste de la provincia, no son más de 5.000 los habitantes y ninguno sale de la conmoción desde que estalló la noticia.
La historia arrancó a fines de enero pasado con una solicitud de amistad, pero escaló en poco tiempo hasta convertirse en un verdadero escándalo. Él tiene 15 años, es compañero de Volley del hijo de la mujer y vive a solo dos cuadras de su casa. Por eso, cuando recibió su invitación en Facebook no dudó en aceptarla.
Pero la “amistad”, después de un breve intercambio de mensajes terminó en la casa de ella, más precisamente en su habitación. “Tuvieron un solo encuentro sexual y a partir de ahí empezó a extorsionarlo”, relató el fiscal. “A los pocos días le dijo que estaba embarazada y le pidió dinero para abortar”.
El adolescente le creyó y le sacó el dinero a escondidas a su familia. También se deprimió y empezó a faltar a la escuela. “Vera lo amenazaba con contarle a los padres“, indicó Ríos. Pero finalmente, no hizo falta que lo delatara porque la madre del chico descubrió sola la situación al encontrar un mensaje suyo en el celular.
Tras la denuncia, se acordó la pena para la mujer en un juicio abreviado. “El debate oral y público no es tan llevadero para la víctima y su familia”, explicó el fiscal. Vera fue condenada por los delitos de hurto en concurso real con amenazas, abuso sexual con acceso carnal aprovechando la inmadurez sexual de la víctima y coacciones reiteradas, pero no perderá su libertad.
La mujer se alejó del barrio, pero no guardó silencio. “Gracias a los que jamás me soltaron la mano.. la Gente que Amo está conmigo. Los demás sigan colgándose de mi y gracias por hacerme más importante”, escribió en sus redes.
Fuente: tn.com.ar
