Un detenido por femicidio y otro acusado de violación se escaparon durante la madrugada del martes de una comisaría de la provincia de Chubut, pero la libertad no les duró ni un solo día. Los reconoció un puestero, al que le pidieron un vaso de agua y un caballo en plena fuga.
Se trata de Samuel Alcalá, quien enfrenta cargos por asesinar a su mujer de 17 puñaladas, y de David Emanuel Fernández, por abusar sexualmente de su hermana. Los dos eran compañeros de celda mientras esperaban ser sometidos a juicio cuando, en medio de la noche, vieron su oportunidad de escapar. Se fueron por la puerta trasera de la seccional.
La policía logró recapturarlos ayer cerca de las 18 cuando corrían a campo traviesa con dirección al Bosque Petrificado. Un puestero había advertido sobre la presencia de los prófugos después de que interrumpieran la huida para pedirle un vaso de agua y un caballo.
El hombre los reconoció por una foto que se había difundido en los medios y llamó a las autoridades. Al momento de ser interceptados por los agentes, Alcalá corría con botas de goma como podía y Fernández lo hacía con unos pesados zapatos de seguridad, detalló La Vanguardia.
El ministro de Gobierno, Federico Massoni, informó después que se abrió un sumario interno para investigar las responsabilidades de los policías que se encontraban a cargo de los presos cuando ocurrió la fuga. En principio, se pasó a disponibilidad a los dos jefes de la seccional pero podría haber más efectivos apartados en las próximas horas.
Las causas
Alcalá está imputado como presunto autor del delito de femicidio de su pareja, Lorena Piedras, y de tentativa de femicidio, contra la hija de la mujer. Cumple prisión preventiva desde el 12 de mayo.
Fernández fue detenido el 28 de marzo, acusado por el presunto abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser cometido por un hermano, en calidad de autor.
Fuente: tn.com.ar