Hoy se culminó la tercera jornada del juicio por el homicidio de Ramiro Barragán. Frente al Tribunal Criminal, atestiguaron cinco personas.
La primera en declarar fue Perla Civercchia. Ella dice haber estado en una panadería lindante en el momento del hecho. Sin embargo, al escuchar un ruido de disparo, intentó salir pero uno de los empleados no la dejó, por lo que vieron a Ramiro a través del vidrio. También recordó haber visto a una moto con alguien arriba pero no pudo describir al ocupante.
En segundo lugar declararon los hermanos Sosa, dueños de la rotisería “Justo a Tiempo”. Uno de ellos no pudo aportar mucho porque en aquel momento se encontraba de licencia. El otro, habló de horarios que no tienen injerencia en la causa porque menciona situaciones que ocurrieron entre las 20:30 y 20:45hs, y el homicidio había sido a las 20hs. Además, no recordó el pedido de un pollo para Figueroa.
Luego, atestiguó un hombre que hacía delivery para dicha rotisería. No recordó nunca el reparto de un pollo para Figueroa pero sí aportó un dato clave: días después del hecho, él fue hasta una de las sucursales de Justo a Tiempo a buscar un paquete, al llegar se encontró con dos personas discutiendo, una de ellas le pedia a la otra que dijera que Figueroa sí compró un pollo. Luego empezó a ver con frecuencia la presencia de autos y motos y, al sentirse amenazado, renunció.
Por último, declaró una señora de apellido Constanzo que habló sobre amenazas recibidas y el miedo que le da la situación. Ella, precisamente, quedó a disposición del Tribunal ya que habría tenido enfrentamientos con Figueroa.
También se confirmó este mediodía que quedó sin efectos la reconstrucción del hecho.