Continúa la investigación que derivó en la detención de dos funcionarios de la Dirección de Cultura y Educación de la provincia por malversación de fondos públicos mediante un fraude sistemático en la carga de combustible a autos oficiales de esa cartera. Se trata de una maniobra de unos 25 millones que tendría otras ramificaciones.

Los investigadores tienen delineada una red en la que la presunta banda integrada por funcionarios de esa cartera estaba asistida por testaferros encargados de transformar el flujo de dinero en bienes o comercializarlos y contaba además con un servicio de seguridad encargado de custodiar el movimiento de fondos.

Según la hipótesis, el volumen de dinero que se extrajo de las arcas oficiales, además de financiar vidas llenas de lujos, fue dirigido a inversiones por las cuales están bajo la lupa dos familiares de uno de los inculpados que aún siguen en libertad.

Recordamos que, en los seis allanamientos realizados la semana pasada, que acompañaron las detenciones de los jefes de departamento de Educación Gustavo Chiramberro y Diego Burgos, fueron secuestrados 19 autos y motos en las viviendas de los sospechosos y en una agencia de autos. También incautaron motos de agua y una lancha tipo yate alojada en un club náutico de Berisso.