Policiales

La increíble historia delictiva del narco puntaltense detenido en Pradere

Muertes, robos violentos y fugas

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Sigue detenido en Viedma el narco puntaltense detenido en el control zoofitosanitario de la ruta 3 de Pradere con 32 kilos de marihuana.

Javier Andrés Molinari, conocido como “El conejo”, tiene una larga historia con el delito que comenzó cuando tenía 17 años, en 1968, y cometió en Punta Alta su primer asalto de importancia.

En octubre de 1977, su único asesinato probado: mató a un suboficial de Policía que era el padre de su pareja de aquel tiempo. Por ese crimen lo condenaron a 19 años y 6 meses de cárcel. Pero en julio de 1983, se escapó del penal de Mar del Plata. Volvieron a capturarlo en pocas semanas y se fugó nuevamente un año después.

Pasó varios años con un nombre falso y alternando distintos trabajos temporarios. Hasta vendió caballos de carrera. En 1995 dio uno de sus golpes más arriesgados: asaltó un camión blindado del Banco Provincial del Chubut en Las Chapas. Pero ese asalto no resultó como esperaba. Quería robar 2 millones de pesos, pero falló el entregador y uno de sus cómplices, Juan Muracciolli, un legendario ladrón de 75 años, recibió un balazo de FAL en el pecho y murió al costado de una ruta.

En marzo de 1996, Molinari habría protagonizado otro hecho resonante: el robo de un blindado que llevaba 800 mil pesos para el pago de sueldos de los empleados del hospital de Río Gallegos.

A principios de noviembre el Tribunal Oral de Ushuaia lo absolvió por tenencia de 300 gramos de cocaína. Molinari, su pareja y Roberto “Haudini” Mariño habían sido detenidos en un allanamiento que formó parte del operativo “Filtro Blanco”, que detectó un cargamento de cocaína disimulado en filtros de nafta. Aunque para distraer a la Policía dio otro nombre, Molinari se entregó sin resistirse y admitió que la cocaína que le secuestraron era suya. Dos meses más tarde –septiembre de 1996- Molinari se escapó del escuadrón de Gendarmería Nacional de Río Grande, cuando dos mujeres se encargaron de distraer a los gendarmes que custodiaban los calabozos. Así, El Conejo y Mariño salieron por la puerta principal del escuadrón y pasaron al continente ante la falta de control, ya que todos miraban el partido entre Argentina-Chile.

Molinari volvió a ser detenido en enero de 1997. Fue en La Matanza, cuando estaba a punto de asaltar el Mercado Central. También escapó.

Después de la absolución en la causa de drogas de Río Grande, Molinari quedó preso en la U6. En Caleta Olivia integró una banda que asaltó una despensa a mano armada. Lo atraparon cuando su vehículo volcó en Las Heras y fue enviado a la comisaría de Caleta Olivia. Pero también logró fugarse el 21 de junio de 2001, cuando sobornó a dos policías que fueron procesados por este caso. Tras permanecer prófugo durante dos años, Molinari fue detenido cuando intentaba pasar un control policial en Valeria del Mar. Por lo menos 10 policías custodiaron su llegada a Caleta Olivia, como detenido. Allí se casó. Corría el 2003. Al parecer, se portó bien y recuperó su libertad. Ahora, 13 años después vuelve a caer.

Fuente: diario La jornada

Esta entrada ha sido publicada el 26 de septiembre, 2016 16:07

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