Llegan las minivacaciones de Semana Santa, una excelente oportunidad para realizar una escapada y conocer destinos que combinan historia, paisajes y bienestar. En la provincia de Buenos Aires, Carhué en Adolfo Alsina y Saldungaray en Tornquist se presentan como opciones ideales para disfrutar de días de descanso, conectar con la naturaleza y descubrir rincones llenos de encanto.
Saldungaray, bodegas y arquitectura
Este pequeño pueblo, a 500 kilómetros de La Plata, cautiva con su tranquilidad y su belleza natural. Rodeado por las imponentes Sierras de la Ventana, es ideal para desconectar.
Uno de sus puntos más destacados es el cementerio de Saldungaray, diseñado por el ingeniero Francisco Salamone. Su entrada, con una gran escultura circular de Cristo, imponente y enigmática, se erige como una de las obras más emblemáticas del modernismo en Argentina.
Inaugurado en 1937, este cementerio se distingue por su monumentalidad y estética vanguardista, características que marcaron el estilo salamónico en diversas construcciones de la provincia de Buenos Aires. La imponente puerta de acceso y estructuras de concreto transmiten una atmósfera solemne y majestuosa.
El diseño monumental, con elementos que combinan lo funerario y lo arquitectónico del siglo XX, le otorga la singularidad que lo convierte en símbolo de la identidad regional.
A través del Centro de Interpretación de las obras de Salamone, que funciona en la localidad, se pueden conocer detalles particulares de cada edificación.
Otra parada obligatoria de este pueblo turístico es el Fortín Pavón, la posta militar que dejó el exgobernador de la provincia Juan Manuel de Rosas en 1833, durante la campaña del desierto. El sitio, que ha sido reconstruido, ofrece visitas guiadas con reserva previa. “En este paseo recorreremos la historia, cómo funcionaba, la manera en la que vivían las personas y la importancia de la edificación para el origen y desarrollo del pago”, contó Carolina Domínguez, guía local.
El proyecto turístico @quinchahue, por su parte, propone descubrir el lugar con narraciones y circuito por los puntos más relevantes que incluyen caminatas, paseo en bicicletas antiguas y, para quienes buscan más aventuras, trekking en las sierras bonaerenses.
El viaje recién concluye con una buena degustación de vinos en la Bodega Saldungaray – www.bodegasaldungaray.com.ar- de Vinos Buenos Aires. “Somos productores de vinos y champagne, y estamos muy cerca de la zona urbana de la localidad. Tenemos ocho variedades implantadas con las que realizamos rosados, blancos, tintos y espumantes”, detalló Manuela Parra, propietaria del viñedo.
El emprendimiento abre de jueves a domingos y feriados con visitas guiadas de 30 minutos, sin reserva previa, entre las 11 y las 18 horas. La entrada tiene un valor de $ 3.000 con degustación, “Recomendamos el espumoso de pinot noir, el bivarietal blanco sauvignon blanc-chardonnay y el cabernet franc con un toque de barrica de roble”, detalló la empresaria.
A pocos kilómetros de allí, con actividades de senderismo y vistas panorámicas espectaculares, el Parque Provincial Ernesto Tornquist se erige como verdadero atractivo autóctono.
Carhué y sus aguas termales
A poco menos de 200 km de Bahía Blanca, por ruta 33, el camino lleva al encuentro con el descanso y el bienestar. Carhué, ubicada a orillas del lago Epecuén, en Adolfo Alsina, es famosa por sus aguas termales con propiedades terapéuticas.
Uno de los atractivos más impactantes de la localidad son las ruinas de Villa Epecuén, la antigua ciudad que quedó sumergida tras una inundación en 1985 y que emerge como un testimonio histórico fascinante. Sus calles cubiertas de salitre y sus estructuras fantasmagóricas generan una postal única y conmovedora.
También es conocida por su arquitectura colonial y su ambiente cálido y acogedor, con amplia oferta de alojamientos y restaurantes típicos. Perfecto para escapar del bullicio urbano hacia un entorno de paz.
Carhué es el lugar para disfrutar de un spa termal en termasdecarhue.com, de Termas Buenos Aires, donde distintos complejos ofrecen tratamientos de fangos y aguas mineromedicinales para revitalizar el cuerpo y la mente. “Sus propiedades ayudan a relajarse y a mejorar el equilibrio vital. Muchas veces, un baño caliente es la mejor forma de eliminar tensiones. Acá se encuentra un lago termal donde bañarse no sólo sirve para relajar, también para tonificar el cuerpo, respirar mejor y revitalizar el organismo”, detalla la página oficial.
Cada destino, estas escapadas son una excelente opción para pasar un fin de Semana Santa bueno, bonito y bonaerense.