Maximiliano Zamudio es bombero volountario del cuartel de Ingeniero White. Tiene 26 años y durante los últimos días protagonizó uno de los hechos más trágicos que le tocó atravesar a Bahía Blanca.
Eran poco más de las 12 del mediodía cuando toda la ciudad se enteraba, a través de los medios de comunicación, que un incendio en el barrio de Villa Ressia había terminado con la vida de una familia entera. Siete personas murieron en total, 4 de ellos menores de edad.
Sin embargo, minutos antes, y sin saber el saldo fatal del siniestro, un abrazo y llanto desconsolado de dos bomberos daban a entender que algo muy malo había pasado o peor aún: no había sobrevivientes.
Esa imagen se difundió, recorrió las redes sociales e incluso medio digitales de la zona la publicaron. No hubo ciudadano bahiense que no se haya enterado de lo sucedido o que no se haya conmovido con esa demostración de humanidad tan grande.
Dos bomberos voluntarios, sí voluntarios. Hombres que, sin otros intereses más que ayudar, prestan su cuerpo, valentía y corazón a salvarle la vida a sus pares. Y que cuando los resultados no son los esperados, reaccionan así, como todos, con gran tristeza y desazón.
Maximiliano, como muchos otros de sus colegas, tiene un trabajo a parte que le permite tener los ingresos que su familia necesita para sobrevivir, pero que además de las horas que debe trabajar, también está disponible para salir a la hora que sea apenas suene la sirena.
¿Pero qué lo motivó a dedicarse a esto? ¿Cómo es que, dentro de tanto dolor frecuente, encuentra fuerzas para seguir?
— ¿Cómo surge la idea o las ganas de ser bombero voluntario?
— Surge particularmente de ver los camiones pasar, de ir de visita al cuartel desde niño, escuchar sonar la sirena y soñar algún día pertenecer al cuartel de bomberos.
— ¿De qué se habla cuando decimos bomberos voluntarios?
— Se habla de una gran vocación de responsabilidad, sacrificio, disciplina de brindar la vida por el prójimo sin esperar nada a cambio.
— ¿Qué implica serlo?
— Implica organizar en tu vida los tiempos, ya que generalmente el trabajo es aparte de ser bombero voluntario. Tenemos días de guardia organizados durante el mes/semana para actividades para el cuartel, capacitaciones constantes y si suena la sirena estemos o no de guardia tenemos que ir igual. Implica muchas veces dejar de hacer alguna actividad, festejar un evento, comer, dormir, pasar un domingo familiar lo que sea. Si suena la sirena comienza
la acción salir de casa con lo puesto, sea un día de sol, lluvia, madrugada, no importa las condiciones todos corremos al cuartel para salir a la emergencia.
— ¿Cómo es el proceso?
— Desde que comienza a sonar la sirena, salimos inmediatamente al cuartel, ingresamos, nos ponemos el estructural consultamos al cuartelero qué siniestro es para saber qué unidad necesitaremos para el evento ya que tenemos diferentes unidades, para rescate, incendio estructural, forestales, materiales peligrosos, etc. Salimos y mientras tanto el bombero a cargo divide las tareas durante el camino: quién será el que corte la luz, el que ataque con la línea al fuego,
evaluar la emergencia, si está generalizado, si hay o no víctimas. También se realizan tareas en una emergencia, rescate de personas y animales si lo requiere, primeros auxilios, extinguir las llamas, sofocar incendio, extinguir todo tipo de amenaza, rescate vehicular, contención de víctimas.
— ¿Por qué la gente se queja de que tardan?
— Una de las razones que se da y juega en contra es la desesperación del llamante a los bomberos donde cada minuto parece una eternidad, se pierde la noción del tiempo. También hay una falta de conocimiento de que existe una intercomunicación previa antes de llegar la emergencia al cuartel: primero lo recibe 911, luego despacho y recién en ese momento ingresa al cuartelero que es quien evaluará para hacer sonar la sirena, la cual suena en un tiempo aproximado de un minuto treinta y la primer unidad sale más de una vez antes de que termine de sonar, ósea estamos hablando de un minuto de tiempo en salir del cuartel hacia el lugar dado.
— ¿Cómo se maneja una situación de dolor o frustración?
— Llegamos de la intervención y hablamos los participantes de la emergencia lo que sentimos cada uno y si alguno de los que participó necesita también. Contamos con apoyo psicológico desde el cuartel, unión como compañeros, familia que nos apoyan en todo momento y nos dan el bálsamo al llegar a nuestro hogar.