Un estudio del Observatorio Argentinos por la Educación reveló que más de la mitad de los estudiantes argentinos de 15 años admiten que se distraen con su celular y otros dispositivos digitales durante las clases. Además, el 46% señala que el uso de estos dispositivos por parte de sus compañeros también afecta su concentración.
Estos datos, extraídos de las pruebas PISA 2022, posicionan a Argentina como el país con mayor nivel de distracción escolar entre los 80 evaluados. El informe “Celular en el aula: uso, distracción y aprendizajes”, elaborado por la ONG que trabaja en materia de educación desde hace años, advierte sobre la relación negativa entre el uso de dispositivos digitales en clase y el desempeño en Matemática. Los países con mayor distracción tienden a obtener puntajes más bajos en esta materia.
Mientras que Argentina (54%), Uruguay (52%) y Chile (51%) registran altos niveles de distracción y desempeños bajos, Japón (5%) y Corea del Sur (9%) muestran la situación opuesta: baja distracción y altos puntajes. Según los especialistas, factores como la regulación del uso de tecnología, estrategias pedagógicas y el nivel socioeconómico de los alumnos pueden influir en esta tendencia.
El estudio también destaca que el uso diario del celular en la escuela ha aumentado en casi todos los países entre 2018 y 2022. En Argentina, el 54% de los estudiantes usa su dispositivo móvil todos los días en clase, coincidiendo con el porcentaje de alumnos que declara distraerse con estos aparatos.
En los países con mayores restricciones al uso de celulares, los niveles de distracción tienden a ser menores. Japón, Corea del Sur y Macao (China) combinan políticas más estrictas con bajas tasas de distracción y mejores resultados académicos.
Notificaciones activadas y presión por estar conectados
Otro factor que incide en la distracción es la gestión de notificaciones en clase. Argentina se encuentra entre los países con mayor porcentaje de estudiantes que nunca desactivan las notificaciones (38%), junto con Estonia (41%), Palestina (39%) y Arabia Saudita (38%). En contraste, países como Turquía (15%), Irlanda (15%), Japón (13%) y Corea del Sur (9%) presentan los valores más bajos en este aspecto.
Las estudiantes de Argentina reportan sentir más presión que los varones para responder mensajes en clase, una tendencia no observada en otros países latinoamericanos evaluados.
Argentinos por la Educación y el debate sobre el uso del celular en el aula
Los especialistas advierten sobre la necesidad de abordar esta problemática con estrategias claras. Andrea Goldin, coautora del informe, plantea que la distracción podría haber sido aún mayor si más estudiantes hubieran tenido acceso a dispositivos móviles. Ante este escenario, se abren dos caminos: prohibir el uso del celular en el aula o enseñar a los adolescentes a gestionar su uso con autonomía y responsabilidad.
El coordinador del Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Fabio Tarasow, señala que la limitación del uso del celular en clase requiere políticas institucionales claras para su implementación efectiva. “Sin estrategias bien definidas y apoyo a docentes y directivos, el problema persistirá”, advierte.
Por su parte, el director del Centro de Innovación Pedagógica de la Universidad de San Andrés, Alejandro Artopoulos, enfatiza la importancia de formar a los estudiantes en el uso responsable de la tecnología: “Regular el uso no es sinónimo de abstinencia. La escuela debe asumir la responsabilidad de dotar a los jóvenes de capacidades para ejercer la ciudadanía digital con autonomía”, sintetiza. (0221)