El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, dio a conocer una nueva desregulación para la industria de las frutas, basada en “una normativa liviana”. Según detalló, el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) trabajará directamente con los productores en caso de que surjan pestes, y se encargará de “la emisión de certificados fitosanitarios”.
A través de sus redes sociales, Sturzenegger explicó que esta medida surgió tras colaborar con Pablo Cortese, presidente del Senasa, a quien calificó como “el indiscutible héroe de la jornada”. “Nos preguntamos: ¿Cuál es el verdadero sentido de la intervención de Senasa en los mercados del empaquetado y fruta? La respuesta fue muy clara: la vigilancia sanitaria (controlar que no haya pestes que puedan propagarse afectando la actividad), y la emisión de certificados fitosanitarios para la exportación (que permiten el comercio internacional de estos productos). Escribimos entonces una norma desde cero focalizada en solo estas dos cosas”, escribió el ministro.
Tras diversas reuniones, concluyeron que los productores frutícolas “solo tienen que avisarle al Senasa lo que hacen y donde están”, para que el organismo pueda actuar rápidamente ante un evento sanitario, contener el foco y emitir certificados fitosanitarios cuando sea necesario.
Además, Sturzenegger destacó las desregulaciones que traerá la nueva norma, entre ellas: la eliminación de la necesidad de habilitar las instalaciones y revalidarlas anualmente; la libertad para los productores de cosechar cuando deseen, eliminando los permisos previos (“sí, antes un burócrata te decía si podías cosechar y cuándo”); eliminación de la normativa sobre el envasado, permitiendo que los mismos productores decidan cómo hacerlo (“sí, antes el Senasa te decía como envasar y te verificaba que le dieras bola”); y eliminación de las restricciones de exportación por tipología de fruta (antes solo se permitía la exportación de fruta premium), permitiendo exportar lo que demande el mercado.
El Senasa, además, continuará disponible para certificar lo que exijan las autoridades sanitarias de los países importadores, pero no podrá requerir trámites adicionales. “Estará disponible para certificar lo que exijan las autoridades sanitarias de los países importadores. Pero no va a poder exigir ningún trámite adicional (adiós a medir el tamaño de las cabezas de ajo que luego se usaban para hacer pasta, o pedirte la habilitación de una fábrica para certificar muestras)”.
Para Sturzenegger, “de esta manera los productores van a hacer menos papeleo y el organismo podrá poner más energía en la vigilancia sanitaria, donde agrega valor. VLLC!”. Y cierra: “Con esta reformulación de normativa a base cero, damos un paso más en la revolución de la desregulación que nos pide nuestro presidente Javier Milei, en este caso favoreciendo a los productores de frutas a lo ancho y largo del país. VLLC!”, de nuevo.