Las pulgas y garrapatas son parásitos externos que necesitan condiciones ambientales favorables para desarrollarse. El veterinario Juan Cruz Rossetti explica que las temperaturas elevadas anticipadas pueden acelerar su ciclo de vida, provocando invasiones más severas en la temporada habitual.
Estos parásitos son hematófagos obligados, es decir, requieren alimentarse de sangre para sobrevivir, reproducirse y completar su ciclo. Por ello, es clave un tratamiento integral que incluya el ambiente, además de la mascota.
Mitos y verdades sobre el control
Muchos propietarios creen que los antiparasitarios no funcionan, pero, según Rossetti, el problema suele estar en la aplicación incorrecta o en la falta de un tratamiento completo. No basta con colocar pipetas o collares; es necesario:
- Tratar el ambiente: Mantener el pasto corto y la casa limpia, especialmente si hay pisos de madera o zonas con vegetación.
- Aplicar antiparasitarios adecuados: Usar productos específicos para cada mascota y respetar dosis recomendadas por profesionales.
- Evitar remedios caseros: Métodos como aplicar aceite de auto o compartir pipetas entre animales pueden ser peligrosos y tóxicos.
Un problema en todas partes
Si bien la infestación es más común en zonas con vegetación, también puede darse en la ciudad. Los perros pueden recoger garrapatas al caminar por plazas o jardines, mientras que las pulgas pueden prosperar en ambientes cerrados con poca higiene. Un tratamiento adecuado y continuo es la clave para evitar la proliferación de estos parásitos y proteger la salud de las mascotas y sus dueños.