La FAO-OMS recomienda el consumo de medio litro diario de leche en promedio lo que resulta en un consumo recomendable de unos 182 litros/hab/año y en este primer año de gestión los argentinos han consumido un 8% menos de este valor o 14 litros menos por hab/año de lo recomiendan los organismos internacionales.
Respecto del Eslabón primario, el informe señala que en el mes de noviembre se produjeron 1.004 millones de litros y en el acumulado de los 12 meses considerados fueron 10.548 millones de litros contra los 1.045 millones de litros de noviembre 2023 y los 11.404 millones de litros de igual periodo del último año de gestión del gobierno saliente en el marco de la enorme sequía que atravesó el sector en dicho periodo. Es decir que la producción acumulada en el primer año de gestión muestra una caída del 7.5%.
La producción del primer año de gestión es la más baja de los últimos 5 años y la producción más baja por habitante por año que se tenga registro.
B. Eslabón industrial
Exportaciones
En cambio, en el acumulado del primer año de gestión las exportaciones tuvieron una suba interanual del 11.1% expresado en toneladas, pero en divisas el incremento fue de tan solo el 4.1% por la escasa diferenciación y procesamiento de los productos que más crecieron en volumen de exportación.
En toneladas de producto en el acumulado de los primeros 12 meses se exportaron 386.660 toneladas de productos por un valor de 1.412 millones de dólares contra las 347.900 toneladas y los 1.356 millones de dólares exportados en el último año del gobierno saliente.
Consumo Interno
El consumo de lácteos muestra una caída en los primeros 12 meses de gobierno del 11,2% respecto de igual periodo del año 2023, según datos de la Dirección nacional de lechería de la SAGyP. Sin embargo, según el balance lácteo que calcula el OBSERVATORIO DE LA CADENA LÁCTEA ARGENTINA (OCLA) a partir de los datos de producción, existencias, importaciones y exportaciones de información oficial, la caída del consumo por habitante es del 11.3%.
El consumo anualizado per cápita, según estos datos, es de 168 litros por habitante por año contra los 190 litros por habitante por año con que cerró el último año de gestión del gobierno anterior.
El consumo según los gobiernos de turno
Hay que recordar que este consumo tan bajo de leche por habitante por año es el segundo menor registro de nuestra historia y tan solo en la crisis de 1990 que el consumo fue menor al de estos 12 meses con 162 litros por hab/año.
En la crisis del 2001 el consumo fue de 222 litros/hab/año (un 32% superior), cae en 2003 a 179 litros/hab/año para alcanzar los 217 litros/hab/año en 2015 (un 29% superior).
El consumo durante los años de pandemia fue superior en un 8.3% en 2020 y un 10% en 2021 respecto de los valores consumidos en el primer año de gestión del nuevo gobierno.
Leches fluidas:
Las leches fluidas acumulan una caída global del 9.4% en estos primeros 12 meses de gestión comparado con igual periodo del último gobierno.
La leche fluida no refrigerada (en cartón) tiene una caída del 11.2% en el periodo.
La leche fluida refrigerada (en sachet) presenta una caída del 5.2% en el periodo respecto de igual periodo analizado y un 16.1% que durante la pandemia del 2020.
De modo tal que gran parte de la clase media que consumía leche larga vida ha debido pasar a consumir leche en sachet refrigerada por una cuestión de precio.
Leches en polvo:
Las leches en polvo presentan una caída interanual en este periodo del 29.7%, sin embargo, el comportamiento de ambas presentaciones fue muy dispar ya que la leche descremada, destinada al segmento con mayor poder adquisitivo, tuvo una caída en su consumo del 5.2%, mientras que el consumo de la entera y semidescremada tuvo una altísima caída del 37.1%.
Quesos:
La caída interanual del consumo de quesos en el periodo analizado, tuvieron una caída promedio de consumo del 7.1% en toneladas.
El consumo de quesos se muestra muy dispar entre sus distintas variedades esencialmente por una cuestión de costo de los mismos y al segmento de poder adquisitivo al que están destinados.
Así en los quesos de pasta semidura el consumo cayó un 9.2% y en los de pasta blanda (más económicos) su consumo cayó sólo un 2.3% y en los quesos duros (más caros) cayó un 3.5%.
Indicador social
En estos ejemplos se puede observar claramente que los quesos consumidos por los sectores de mayor poder adquisitivo solo sufrieron leves caídas, los sectores medios pasaron a consumir quesos más baratos mudándose de los quesos de pasta semidura a los de pasta blanda y los de menores ingresos dejaron de consumir quesos o lo redujeron a su mínima expresión en el renglón más económico de pasta blanda.
El consumo de quesos es una excelente radiografía del poder adquisitivo de nuestra sociedad y de los movimientos que esta hace para no dejar de consumir, concluye el informe. (InfoGEI)
Esta entrada ha sido publicada el 28 de enero, 2025 17:34
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