Se trata de Karina Sarro y Lucas Vogel. Ambos fueron seleccionados como finalistas del Global Teacher Prize, el cual distingue la tarea de los maestros en todo el planeta.
Karina Sarro y Lucas Vogel, dos docentes argentinos, fueron selecciones entre 50 finalistas para competir por un importante premio internacional. Se trata del Global Teacher Prize, el cual condecora la tarea docente alrededor del mundo.
La iniciativa de la Fundación Varkey, organizada en colaboración con UNESCO, recibió más de 5.000 postulaciones de 89 países de todo el planeta. Tal como se explica en el sitio oficial, el ganador recibe un millón de dólares.
“Nuestros finalistas abarcan todos los rincones del mundo, creando un impacto transformador en diversos entornos. Desde enseñar en pueblos y aldeas remotas hasta impulsar la innovación en escuelas del centro de la ciudad”, relata la introducción al premio.
“Defienden la inclusión, abogan por los derechos del niño e inspiran cambios significativos. Al integrar la tecnología y la creatividad en el aprendizaje, fomentan el talento y la confianza de los estudiantes, capacitándolos para prosperar. Estos notables educadores son verdaderos campeones del progreso, e inspiran no solo a sus estudiantes sino también a las comunidades que los rodean”, agregaron.
Karina Alejandra Sarro es una docente que a través de su pasión por la tecnología y la innovación impulsa su misión de empoderar a los estudiantes y transformar sus vidas. “Enseñando en una institución pública dentro de una comunidad con dificultades socioeconómicas, Karina ha redefinido la educación como una herramienta para el cambio. Su enfoque trasciende los métodos de enseñanza tradicionales, combinando aprendizaje basado en proyectos, actividades interdisciplinarias y tecnologías de vanguardia para dotar a sus estudiantes de habilidades esenciales para el futuro”, precisaron desde la fundación.
Uno de sus proyectos distintivos, Educiudad 4.0, inspiró a los estudiantes para diseñar un sistema de monitoreo del consumo de energía y la calidad del aire en una ciudad sostenible. A través de esta iniciativa, sus estudiantes desarrollaron habilidades técnicas, pensamiento crítico y conciencia ambiental. Karina introdujo simuladores gratuitos, componentes reciclados y actividades fuera de línea, asegurando que todos los estudiantes pudieran participar independientemente del acceso a dispositivos.
Más allá de su rol como docente, Karina también dirigió talleres de alfabetización tecnológica para adultos, organizó campañas de reciclaje y contribuye con artículos sobre innovación educativa. Su defensa de la educación ambiental está integrada en su plan de estudios, con proyectos que abordan el cambio climático y la sostenibilidad.
“Sus esfuerzos han producido resultados tangibles: los estudiantes se destacan en competencias internacionales como el Bebras Challenge y obtienen reconocimiento por su trabajo en inteligencia artificial a través del programa HumanIA. Estos logros reflejan su capacidad para inspirar confianza y ambición en sus estudiantes, empoderándolos para trascender sus circunstancias y visualizar futuros más brillantes”, completaron.
Lucas Daniel Vogel, por su parte, lleva más de 17 años dedicado a la docencia en las comunidades de Oberá y Campo Grande, en la provincia de Misiones. Es licenciado en Educación y con especialización en Estudios Sociales. Lucas también imparte docencia técnica vocacional.
En Campo Grande, Lucas enseña matemáticas y análisis matemático en los niveles de educación secundaria y superior, utilizando métodos innovadores para hacer que las matemáticas sean relevantes para la vida cotidiana de los estudiantes.
En Oberá, Lucas lidera el Espacio STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) en el Centro de Día y Hogar de Día. El Centro de Día atiende a personas con discapacidad mayores de 14 años, mientras que el Hogar de Día se centra en niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad. En el Centro de Día, los estudiantes se enfrentan a diversos desafíos, como el síndrome de Down, retrasos en el desarrollo, neurodivergencias y pobreza extrema.
El enfoque adaptativo de Lucas incorpora proyectos prácticos como modelos de purificación de agua y el proyecto “Duendes de la Reserva El Anchico”, que integran alfabetización, biodiversidad y proporcionalidad. Sus métodos de enseñanza enfatizan la accesibilidad, utilizando textos fáciles de leer, reflexión guiada y aprendizaje basado en proyectos para fomentar el compromiso y la autoestima.
“La influencia de Lucas se extiende más allá del aula. Colabora con organizaciones locales, como una cooperativa de purificación de agua, y trabaja con bibliotecas públicas para ampliar el acceso de sus estudiantes a los recursos educativos. Como miembro del comité del barrio, contribuye activamente a mejorar el medio ambiente local y fomentar la responsabilidad social. Su liderazgo también ha inspirado a futuros educadores, con estudiantes de programas de Psicología Social que utilizan el Espacio STEAM como referencia para sus proyectos”, concluyeron desde la fundación.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 15 de enero, 2025 11:12
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