El horror que vivió una adolescente de 17 años en Mar del Plata en manos de una red de trata de personas sumó en los últimos días un nuevo detenido y el pedido de ampliación de la imputación para uno de los principales acusados.
El caso había salido a la luz gracias a que Fabiana, una abuela de 58 años, rescató a su nieta en febrero de este año. Se hizo pasar por prostituta para salvarla del edificio de Avenida Libertad, donde estuvo secuestrada durante 21 días.
Según informó a TN la Fiscalía Federal N°1 de Mar del Plata, a cargo de la Dra. Laura Mazzaferri, se logró identificar a un hombre mayor de edad que también habría participado en los hechos por los que ya se encuentra procesado otro imputado: Gabriel Sánchez, acusado de ser el cabecilla de la organización.
La fiscal dispuso el secreto de sumario del expediente para así avanzar en la investigación y en las últimas semanas solicitó la detención y el allanamiento del domicilio del nuevo sospechoso. El juez de actuación del Juzgado N°3, Santiago Inchausti, autorizó las medidas que se concretaron el 18 de diciembre.
El celular del hombre estaba registrado en el edificio donde ocurrió el calvario, pero se había mudado de ese lugar a mitad de año. Se sospecha que, tras la detención de Sánchez, trató de escapar de la Justicia y buscó refugio en otro punto de la ciudad para no ser encontrado. Pero las autoridades llegaron hasta él mediante escuchas telefónicas y el entrecruzamiento de antenas.
Aunque en el lugar allanado no había mujeres ni menores de edad, la fiscalía avanzó con su imputación. Es por los delitos de “trata de personas con fines de explotación sexual agravada por aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de la víctima y por ser menor de edad, en concurso real por facilitación y comercialización de estupefacientes”.
El 19 de diciembre, el hombre fue indagado en sede judicial y actualmente el juez Inchausti se encuentra evaluando su situación procesal. El magistrado debe analizar si las pruebas que tiene la fiscalía son suficientes para dejarlo detenido.
En paralelo, Mazzaferri había solicitado la ampliación de la imputación contra Sánchez, sumando el delito de abuso sexual agravado en relación con otra menor que también estaba alojada en el edificio de Avenida Libertad. Sin embargo, el juez decidió no hacer lugar a este pedido.
El caso que sacudió Mar del Plata: una abuela infiltrada y una red de trata desmantelada
A principios de este año, Fabiana, una mujer 58 años, logró rescatar a su nieta infiltrándose en una red de trata. La joven había sido secuestrada tras un engaño por redes sociales y retenida durante 21 días en un departamento en Avenida Libertad. Allí fue drogada, golpeada y abusada, mientras sus captores la ofrecían a clientes por 20 mil pesos.
La abuela se enteró de que la menor, a quien considera una hija, estaba en un prostíbulo después de una semana de agonía. “Cuando me enteré de que mi nena estaba secuestrada, pensé que nunca la iba a ver más. Siempre pensé lo peor, pensé que me la iban a entregar en un cajón. No sé si fue mi valentía o qué, pero la rescaté yo. Yo la salvé”, expresó entre lágrimas en una entrevista exclusiva para TN.
La valentía de la mujer, que investigó por su cuenta ante la falta de acción policial, fue clave para poner fin al calvario de la menor. “Fui a la comisaría y les dije que mi nena había desaparecido. No me quisieron tomar la denuncia, me dijeron que seguramente se había ido por un capricho adolescente”, relató.
El 16 de febrero del 2024, más de 20 días después, finalmente la mujer consiguió la dirección del prostíbulo y se hizo pasar por prostituta. Vestida con una pollera de cuero y un top, fue hasta el edificio de Avenida Libertad, entre Francia y Don Bosco, donde encontró a su nieta en las peores condiciones.
“Ella no sabía ni dónde estaba. Cuando llegamos a mi casa, se sentó en una silla y revoleaba los ojos. No podía hablar, no sabía qué había pasado, estaba muy drogada. Estaba vestida muy provocativa, como una chica que ejercía prostitución en la calle. De top, corpiño, calza engomada y unas zapatillas todas crotas, todas rotas. Así la encontré”, resumió.
“Ella me fue contando de a poco. Me dijo que la drogaban, que ejercía la prostitución, que la ‘vendían’ por 20 mil pesos, y que no le daban de comer. Se tenía que levantar a las 8 de la mañana, sí o sí, porque tenía que cuidar a una nena muy chiquita que vivía en ese mismo lugar. Cuando se despertaba, empezaban a drogarla desde la mañana hasta la tarde”, puntualizó.
Hoy, la chica ya tiene 18 años e intenta reconstruir su vida bajo la protección de su familia, mientras sigue con miedo a que la vuelvan a buscar. Aunque el rescate marcó un punto de inflexión, la investigación sigue abierta. La Fiscalía avanza en cada pista para desarticular por completo la red y obtener justicia para las víctimas.
Fuente: TN