La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció este martes el regreso del Servicio Cívico, un programa que había impulsado en su última gestión durante el gobierno de Cambiemos, con Mauricio Macri de presidente. Según aclararon, “no se trata de un servicio militar”, sino que es una instrucción de valores cívicos y la inscripción es voluntaria. “Es una capacitación que puede servir para el empleo público, privado e incluso para quienes quieran pertenecer a una fuerzas de seguridad”, agregaron.
“Vamos a sacar a los jóvenes de las calles y alejarlos del delito y la droga. A todos los jóvenes de 18 a 24 años que no trabajan ni estudian, los vamos a convocar para brindarles formación en disciplina, respeto y valores. De la mano de la Gendarmería Nacional y en colaboración con el Ministerio de Capital Humano, recibirán herramientas y capacitación educativa y laboral. Una alternativa concreta para que puedan retomar sus estudios, acceder a un trabajo y construir un futuro con orden y oportunidades reales”, expresó Bullrich en sus redes sociales junto a un video en el que se la ve junto a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Según anunció la ministra de Seguridad, el programa se implementará en 11 ciudades del país donde “esperan que haya una buena recepción”, confesaron en su equipo. Se espera que en los próximos días se anuncien los detalles, como por ejemplo, los modos de inscripción, requisitos y locación. A diferencia de la última implementación, este año contarán con el apoyo y participación del Ministerio de Capital Humano.
El Servicio Cívico fue implementado en 2019, a través de la Gendarmería Nacional. En total se anotaron 1200 jóvenes, de entre 16 y 20 años, para compartir una “experiencia educativa y reflexionar sobre los valores democráticos, sus derechos y responsabilidades”.
El programa estuvo compuesto por talleres basados en temáticas de promoción de la salud, orientación vocacional e inmersión al mundo educativo y laboral, liderazgo y trabajo en equipo. Además, hubo capacitación en construcción de la ciudadanía y prevención y reducción de riesgos ante situaciones de desastres o catástrofes, así como talleres de oficios para que los jóvenes aprendan distintas tareas. Contó con sedes a lo largo y a lo ancho del país, siendo un primer paso para que los jóvenes puedan acceder a un mejor futuro, con más herramientas.
En ese entonces, las sedes fueron Campo de Mayo, Ciudad Evita, González Catán y Mercedes, en provincia de Buenos Aires; sumadas a las de Córdoba, Santiago del Estero y Río Negro. En el primero que se dictó se anotaron 1.200 jóvenes. “Fue una experiencia para compartir una experiencia educativa y reflexionar sobre los valores democráticos, sus derechos y responsabilidades”, suele recordar la ministra de Seguridad.
Fuente: Infobae