En Argentina la ropa cuesta en promedio un 35% más que en el exterior, reveló un informe elaborado por el Instituto de Economía (INECO) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) sobre la industria textil.
Para la INECO, una de las principales causas de la diferencia de precios son las barreras a la importación y el alto nivel impositivo que afronta el sector textil, lo que genera que los consumidores paguen precios más altos y dispongan de menos opciones de compra.
En ese sentido sostuvieron que el anuncio del Gobierno sobre la reducción de aranceles y el incremento de los límites de importación previstos para diciembre de este año, una disminución a la mitad de los impuestos del mercado nacional y los aranceles a la importación provocaría un crecimiento del 18% en la demanda interna vs un aumento del 14% en las importaciones.
Según explicaron, del total del precio de una remera que se vende en un negocio de marca, el 50% corresponde a impuestos, mientras que el restante 50% comprende los costos de producción, comercialización y beneficios de empresarios y dueños de locales.
“Bajo estas condiciones, aquellos que se mueven dentro de la informalidad obtienen mejores márgenes de ganancia respecto a los que intentan sostener su actividad en la formalidad. El sector textil es una de las industrias con la mayor tasa de informalidad de Argentina, con aproximadamente el 65% del empleo en negro”, señalaron.
Luego advirtieron que los precios en un negocio de marca que opera de manera formal son hasta siete veces más altos que los de aquellos que funcionan con un mayor grado de informalidad. “Con $100.000 se pueden comprar diez remeras en Avellaneda, cinco en un local de barrio y una de primera marca“, remarcaron.
“Existen cuatro condiciones principales que caracterizan al sector: mercado atomizado en la producción y venta, gran número de consumidores, extensa diferenciación de producto y alto nivel de informalidad. Estas pautas deberían generar un marco para que los precios en el mercado sean muy competitivos. Sin embargo, en los últimos años los precios de la ropa son significativamente altos, en términos internacionales y también respecto de otros bienes nacionales”, indicaron en el informe.
“Este fenómeno impacta en la fase de comercialización con una fuerte segmentación del mercado en diversos puntos de venta como Once, La Salada, Avellaneda, locales de barrio y shoppings con diferencias abismales en las condiciones comerciales y laborales, dando como resultado una extensa oferta de precios y de variedades de producto”, agregaron.
Por último sostuvieron que para poder bajar los precios de la ropa, es necesario disminuir en algún grado el nivel de proteccionismo, a la vez que se implementen medidas para fortalecer a la industria nacional y mejoras de competitividad y productividad. “Esta reducción fiscal, además, podría incentivar la formalización de los trabajadores, contribuyendo a disminuir los niveles de informalidad”. (I.R.)