Una de cada cuatro estaciones de servicio podría cerrar para 2035 si se incrementa el uso de autos eléctricos. Un estudio considera tres posibles escenarios en los que el aumento de vehículos eléctricos varía entre el 15% y el 55%. Las estaciones deberán adaptarse para atender a nuevos clientes, competir con otros proveedores de electricidad y ajustar sus instalaciones para acomodar a más autos que estarán estacionados durante largos períodos para recargar sus baterías.
El crecimiento del parque automotor eléctrico obligará a las estaciones de servicio a diversificar sus servicios, o enfrentarse al riesgo de desaparecer. Marcellus Puig, presidente de Volkswagen Argentina, comentó recientemente que, aunque el desarrollo de la electromovilidad podría ser más lento de lo previsto, cree que el mundo eventualmente se moverá en esa dirección.
A pesar de que el mercado de autos eléctricos no ha crecido tan rápido como se esperaba, las razones son conocidas: son un 40% más caros que los vehículos convencionales, tienen una autonomía limitada, los tiempos de recarga son prolongados, la infraestructura de carga no está suficientemente desarrollada a nivel global, y los incentivos gubernamentales han disminuido en muchos países.
Esta situación afecta no solo a los fabricantes de autos, sino también a toda la cadena de valor, incluyendo a los talleres mecánicos y las estaciones de servicio. Con la desaceleración en las ventas de autos eléctricos en los países más desarrollados, todo el ecosistema se encuentra en una especie de «pausa».
Las automotrices han comenzado a reprogramar sus inversiones, orientándose más hacia los autos híbridos como una solución intermedia. Los fabricantes de baterías también están ajustando sus planes, deteniendo algunas obras y modificando sus productos, como es el caso de la empresa francesa Valeo. (InfoGEI)