Este miércoles 7 de agosto se celebra el Día de San Cayetano. Conocé la razón y cuál es el origen.
El Día de San Cayetano se conmemora este lunes 7 de agosto en la Argentina y el mundo. Esta importante efeméride es festejada por los católicos que veneran en su día al santo patrono del pan y el trabajo. Conocé la razón y cuál es el origen.
San Cayetano, a quien hoy los católicos veneran en su día como santo patrono del pan y el trabajo, nació en Vicenza, Italia, el 1 de octubre de 1480. Estudió derecho en Padua y, después de recibida la ordenación sacerdotal, instituyó en Roma la sociedad de Clérigos regulares o Teatinos, con el fin de promover el apostolado y la renovación espiritual del clero. Esta sociedad se propagó luego por el territorio de Venecia y el reino de Nápoles.
Cayetano de Thiene se distinguió por su asiduidad en la oración y por la práctica de la caridad para con el prójimo. Murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547. Por eso se eligió este último día para recordarlo, agradecerle y pedirle por trabajo.
San Cayetano estudió 4 años en la Universidad de Padua donde se distinguió en la teología y se doctoró en derecho civil y canónico en 1504.
Fue nombrado senador en Vicenza.
Estaba, sin embargo, decidido a seguir los estudios sacerdotales. Se trasladó a Roma en 1506. Decía que Dios le llamaba a realizar una gran obra. Al poco tiempo fue nombrado secretario privado del Papa Julio II y lo ayudaba a escribir cartas apostólicas. Conoció de cerca a cardenales y prelados.
El Papa muere en 1513 y Cayetano decide no continuar en el cargo. Se preparó durante 3 años para ser sacerdote. Fue ordenado en 1516, a los 36 años. Celebra su primera misa y queda sobrecogido por el don del que no se considera digno.
Tal como señala la Agencia Católica de Informaciones- ACI Prensa, esta es la oración para pedirle a San Cayetano por cualquier necesidad:
¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad, ¡oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Que tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento.
Fuente: TyC
Esta entrada ha sido publicada el 7 de agosto, 2024 06:55
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