El lunes por la tarde, unos trabajadores hicieron un macabro hallazgo en plena calle: dieron con una valija que en su interior contenía restos óseos de una mujer. En medio de las investigaciones de la causa, se descubrió que una religiosa de 80 años fue la encargada de trasladar los restos, que los dejó en la vereda de un edificio residencial.
Todo ocurrió en en el municipio de Ñuñoa, Chile. En una primera instancia, los investigadores que analizaron el cuerpo creyeron que el crimen estaba vinculado a otro homicidio realizado por bandas criminales. Pero la causa tuvo un inesperado giro cuando conocieron que la responsable era una mujer religiosa de 80 años.
Tras hallar los restos en la valija, el grupo de trabajadores hizo la denuncia y la Policía de Investigadores descubrió que el cuerpo pertenecía a una mujer que había fallecido, al menos seis meses antes. Los encargados del caso creían que se trataba de “ajuste de cuentas”, pero al mirar las cámaras de seguridad de la zona para descubrir al responsable, se llevaron una gran sorpresa.
Qué arrojaron las investigaciones del caso
“La maleta fue dejada por una persona adulta mayor, por lo que se le hizo un seguimiento y un trabajo bastante detallado, casa a casa tratando de ubicar a esta persona, lo que se logra finalmente a calle Los Jardines ubicar un domicilio”, contó el jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana, el subprefecto Juan Fonseca.
La policía se dirigió a la casa de la sospechosa y confirmó que allí vivía la mujer de 80 años, que era laica consagrada, con su hija, que también era religiosa. La señora fue identificada como Lorenza Ramírez y sería la persona que trasladó el cuerpo de Erica Fernández, de 59 años. Según confirmó, ambas eran muy amigas y querían tener su propia congregación.
Ramírez prestó declaración y confirmó que su amiga había sufrido una enfermedad, por la que falleció. Ella, que se había encargado de cuidarla, confesó que habían realizado un pacto antes del deceso de su compañera: en el caso de que una muriera, habían prometido nos denunciar sus muertes.
“Ellas mantenían una amistad. Ella manifiesta que le tenía mucho cariño y que habían hecho un compromiso entre las dos de que ninguna se iba a denunciar si fallecían”, explicó Fonseca sobre los dichos de la mujer, que confirmó que su amiga murió en abril de 2023 en su casa.
El fiscal Francisco Lanas cree que la víctima murió en otro domicilio y que Ramírez la trasladó a su casa, tras su fallecimiento. “En el cuerpo no hay señales de violencia, ni fractura. No estaba descuartizado ni desmembrado. No hay participación de terceros. Sería preliminarmente una muerte natural”, explicó. Ramírez fue imputada como autora de inhumación ilegal, pero quedó en libertad por su avanzada edad.
Los investigadores considera que la mujer dejó el cadáver de su amiga en la vía pública para ocultarle el episodio a su hija, que había viajado desde Italia para encargarse de ella. “Ella la deja en la maleta porque nosotros entendemos que debe tener alguna especie de trastorno y en algún momento de conciencia denota que su amiga está en una maleta y quiere darle una sepultura. Ese es el motivo que indica ella por el que la deja en la esquina”, agregó Fonseca.
Fuente: Eltrece