Ya pasaron las vacaciones de verano para el grueso de la población y el balance indica que entre el 15 de diciembre y el 29 de febrero se redujo 13,7% la cantidad de turistas movilizados en comparación con la temporada anterior, que había marcado un récord.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la temporada cerró con 29,2 millones de turistas que recorrieron el país, lo que arrojó un impacto económico de 5 billones de pesos. En cantidad de gente, representó una reducción de 13,7% respecto del mismo período del año anterior. De acuerdo con el informe, a una segunda quincena de diciembre y una primera de enero con poca circulación de turistas, le siguió un febrero de repunte, acompañado por promociones y mejores políticas de precios.
La estadía media fue de 3,9 días, contra 4,1 días de la temporada 2023. Los incrementos de precios, que quedaron desacoplados de los ingresos, llevó a que muchas familias cancelen viajes o achiquen su tiempo de permanencia. No obstante, el turista internacional acompañó toda la temporada y permitió finalizar con una caída menos marcada de lo que inicialmente parecía ser.
El verano en la Costa Atlántica
Respecto de la provincia de Buenos Aires, CAME inicia su repaso con el Partido de La Costa, que tuvo menores reservas, baja ocupación hotelera y modesto consumo promedio por turista en torno de los $ 40.000. Los comercios en su mayoría ofrecieron descuentos por pago en efectivo e incluso muchos directamente no aceptaron tarjetas de crédito. Así y todo, por cómo venían las previsiones, los números terminaron superando las expectativas.
Mar del Plata tuvo un flojo comienzo de primera quincena de enero, pero luego repuntó y los números estuvieron cercanos al 70%, esto es, un 3% inferior al año pasado. Para el feriado de Carnaval, que coincidió con los festejos por el 150° aniversario de la ciudad, hubo picos del 80% y los hoteles “boutique” superaron el 90% de ocupación. Según CAME, hubo una variada oferta teatral y la concurrencia colmó las expectativas de los productores. Las propuestas públicas de reconocidos artistas -cita a Los Palmeras, Babasónicos y Los Pimpinela- fueron importantes y traccionaron al turista. “La principal ciudad costera sobrevivió durante este verano, lo que en parte se debió a la coordinación de acciones para mantener bajos precios y ofrecer atractivas promociones”, concluye CAME.
Pinamar, Mar de las Pampas, Ostende y Cariló promediaron 60% de ocupación, con picos del 90% de jueves a domingo, similar a Villa Gesell, que llegó al 85% y mantuvo niveles altos niveles de turismo hasta el último fin de semana de febrero de la mano del enduro, “una competencia que convoca a un público de poder adquisitivo medio/alto y que inyectó liquidez a la economía local”.
Más al sur, Miramar, “con un turismo muy fidelizado”, promedió 76% de ocupación hotelera, algo inferior a la habitual, con un pico de casi 100% para el feriado de Carnaval. No obstante, el gasto por turista fue muy austero. Necochea, en tanto, logró estirar el verano con un paquete con descuentos para los turistas en febrero y organizando eventos como el Festival Internacional de Gimnasia Danesa. Monte Hermoso tuvo muy buenos fines de semana, con un 100% de ocupación para Carnaval. “El precio fue un factor fundamental y los hospedajes que estaban a muy alto valor no se alquilaron”.
El verano en Tandil y Chascomús
Por fuera de la Costa Atlántica, Tandil fue una de las ciudades más elegidas de la provincia, aunque se trabajó con una ocupación 20% inferior al año pasado, que no superó el 60% de su capacidad hotelera, con mayor alquiler en lo que respecta a cabañas. Según CAME, que cita a operadores de la zona, hubo un cambio en el perfil del turista: muchos alquileres se concretaron sin reserva, directamente en el lugar.
Ya más cerca del AMBA, Chascomús no superó el 55% de ocupación en sus hoteles, excepto el pico del 90% registrado durante el fin de semana de Carnaval, cuando se celebró la 50ª edición de su tradicional carnaval de niños, que contó con la presencia de 30 mil personas. Sin embargo, el año pasado Chascomús había promediado 90% de ocupación en el verano