Cuando llega el momento de irse de vacaciones, para algunas familias es casi una obviedad que su perro pasará los días de descanso, como ocurre en la vida diaria, junto a ellos.
Es que los animales de compañía son mucho más que eso, son un miembro más del grupo familiar. Y a diferencia de los gatos, que los especialistas recomiendan no sacarlos de su hábitat, los perros se adaptan mejor a los cambios de casa y rutina, y hasta disfrutan de esos días al igual que las personas.
Sin embargo, hay una serie de cuidados que hay que tener en cuenta para que las vacaciones sean placenteras para todos.
A la hora de cuidar a las mascotas en la playa, la identificación es clave: los especialistas recomiendan que el perro lleve una chapita con su nombre y el número de contacto de su tutor, para facilitar su localización en caso de extravío. Además, siempre debe llevar una correa en espacios públicos para garantizar la seguridad de todos.
Y si bien cada vez hay más destinos turísticos que ofrecen alojamiento pet friendly, así como restaurantes y lugares de esparcimiento que permiten la presencia de perros, lo cierto es que del mismo modo que sucede con los seres humanos, los animales requieren cuidados específicos para protegerlos de la exposición al sol y las altas temperaturas.
Pasar largas horas al sol sin los cuidados necesarios es para los animales tan nocivo como para las personas. “Los golpes de calor pueden ser identificados a través de la piel -explicó el médico veterinario Juan Enrique Romero-. Si se toma un poco de piel ubicada cerca de su hombro, o en la parte baja de la cervical, y se realiza un pliegue es posible identificar si está hidratado o no. En los animales de compañía hidratados la piel vuelve enseguida a la normalidad, pero si falta agua la piel demorará un poco más en volver a su posición normal”.
En ese sentido, los especialistas recomiendan tomar en cuenta estos siete puntos:
¡Al agua, perro!
Otra precaución que hay que tener presente es el mar. “Animales de razas como Golden Retriever o Labradores gustan mucho del agua, y pueden entrar profundo y después no poder salir”, señaló Romero, quien recomendó “usar collares o correas extensibles que permiten que el animal ingrese, nade, se divierta, pero que siempre responda a un anclaje que tiene en esta correa”.
“Sólo si se tiene la seguridad de que el animal responde a la voz de mando, y cuando el tutor le dice que salga, sale, se le podrá dar la libertad de que juegue suelto”, sumó.
Por último, el veterinario aconsejó “llevar bolsita para juntar la materia fecal, y tirarla en el tacho de basura más cercano”. Es un hábito de higiene, pero además, de cuidado de la salud propia y ajena.
Fuente: INFOBAE
Esta entrada ha sido publicada el 23 de enero, 2024 11:30
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