Un preso escapó de manera insólita cuando estaba siendo trasladado junto a otros doce detenidos en un furgón policial este lunes en Guaymallén: se fugó por un agujero en el piso del vehículo. Aunque fue recapturado momentos después, gracias a la ayuda de un taxista.
El delincuente fue identificado como Roberto Carlos Bairac (41), quien está imputado de los delitos de “abuso sexual agravado por el uso de arma de fuego, violación de domicilio, coacciones agravadas por el uso de arma de fuego, en concurso real, y homicidio en grado de tentativa”.
El hecho ocurrió a las 10.20, en calle Urquiza y Lateral Norte del Acceso Este, de Guaymallén, cuando el detenido era traslado de regreso a la Penitenciaria provincial de Boulogne Sur Mer junto a otros cinco internos, mientras que a otros siete presos eran llevados a Sanidad Policial.
Según indicó la agencia de noticias Télam, el móvil de traslado tenía un hueco de entre 40 y 50 centímetros en el suelo, el cual fue aprovechado por Bairac para escapar cuando la unidad se detuvo en un semáforo.
De acuerdo a los voceros, el detenido logró salir del móvil sin ser advertido por los cuatro efectivos de custodia, quienes recién notaron que les faltaba un preso cuando llegaron a Sanidad Policial.
El preso se tomó un taxi e intentó disimular sus esposas
Mientras se desplegaba un operativo para dar con el fugitivo, Bairac se tomaba un taxi en la terminal de ómnibus y para intentar pasar desapercibido, trató de ocultar las esposas que aún llevaba puestas con una prenda. No obstante, el taxista sospechó de la situación y activó el sistema de emergencia.
Según indicó el diario El Sol, e chofer llevó al delincuente hasta rotonda de Salcedo, donde descendió y continuó su huida en bicicleta. Bairac fue finalmente capturado cerca de su casa en el barrio Grilli Sur y trasladado nuevamente a la penitenciaría.
El Diario Mendoza precisó que Bairac no enfrentaría cargos por evasión, ya que no utilizó violencia o fuerza para escapar. El caso llamó la atención sobre el mantenimiento de los móviles policiales mientras que la Inspección General de Seguridad (IGS) iniciará una exhaustiva investigación para determinar la responsabilidad de los agentes encargados del traslado de los reclusos.