La división con mayor incidencia en el salto de la inflación de diciembre fue la de los alimentos. Y, tal como informó el INDEC, al interior de este rubro se destacó el aumento de precios en “carnes y derivados”. Justamente, de acuerdo a un informe del IPCVA, los precios de los distintos cortes de carne vacuna aumentaron 40,9% en el último mes del año, para acumular una variación interanual de 307,3%.
El fuerte incremento en la carne durante diciembre se explicó, entre otros motivos, por el salto que tuvo el precio de la hacienda durante los primeros días del mes. Subas que, según destacan analistas del sector, fueron desmedidas en un contexto de incertidumbre ante el cambio de gobierno.
Sin embargo, dichos aumentos no fueron convalidados por una demanda que empezó a desinflarse, a partir de la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos. Y es por eso que en las últimas semanas el valor del ganado en pie se retrotrajo y eso se reflejó en los mostradores.
“La caída de la demanda en enero está indicando el poco poder adquisitivo que tienen los consumidores, y esto hace que los precios empiecen a retrotraerse en el mercado de Cañuelas, donde la semana pasada hubo una caída del 4 o 5%”, explicó a Ámbito Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de la Carne (CICCRA), quien en ese escenario destacó que “sin dudas, en cuanto al carnicero le baja el valor de la media res, la traslada al público porque ellos tampoco están vendiendo mucho y necesitan vender”.
En ese sentido, el consultor ganadero Víctor Tonelli explicó que “el precio de la hacienda es una referencia directa al precio de la carne al mostrador”. “La correlación promedio en todos los cortes es de alrededor de 4 a 1: es decir que el precio de la carne termina promediando cuatro veces el precio del ganado en pie”, graficó.
Y detalló: “Cuando mueve la hacienda para arriba, mueve la carne. Lo mismo sucede cuando baja la hacienda de la manera que bajó después de esa suba brutal de comienzos de diciembre, la cual no tuvo ninguna explicación lógica más allá de que todo el mundo estaba expectante con el cambio de gobierno. Una vez que se vio que esa suba disparatada, que fue de casi del 70% en tres semanas, no la iba a convalidar el mostrador y que tampoco tenía ninguna explicación racional, bajó. Y ahora se mantiene”.
De tal manera, sostuvo el analista, “mientras el ganado está hoy en torno a los $1.400/$1.500 el kilo vivo, la carne va a estar entre $5.500 y $6.000”.
Carne: qué puede pasar con el precio hacia adelante
En tanto, al proyectar qué puede suceder con el precio de la carne en las próximas semanas, Schiariti sostuvo que “seguramente hasta febrero los precios se van a mantener más o menos estables”. “Y creo que la modificación en los precios va a ser a partir de mediados de marzo, producto de que por la sequía vamos a tener entre 1,3 y 1,5 millones de terneros menos. Esto es una caída importante en la producción. Y, por otro lado, vamos a tener la falta de vaquillonas en el mercado de consumo, porque el productor se va a quedar con las vaquillonas para reemplazar la vaca que tuvo que vender en los últimos cinco meses del año pasado, producto de la sequía”, subrayó el presidente de CICCRA.
En ese sentido, se estima una caída de la producción de carne entre el 8 y el 10% para este año. Una realidad que, aseguran, “debería generar un aumento de precios de la carne en el mercado”. “Pero como la demanda está tan deprimida, y no hay a la vista aumento de ingresos de la mayoría de la población, es muy posible que hasta marzo los precios se mantengan. Y después de marzo, si empieza a ceder la inflación, veremos qué ocurre con la macroeconomía y con los ingresos”, aseguró Schiariti.
Si bien la demanda interna podría no convalidar fuertes saltos, “probablemente la exportación, ya sin restricciones, tenga un poder de compra que sostenga algún aumento”, explicó Tonelli, aunque aclaró: “No creo que se dispare el precio como ocurrió los días previos y posteriores a la asunción de Milei”.
Es que, tal como aseguró el analista, el de la carne es un “mercado que se va regulando”: “Hay alrededor de 220.000 productores, 400 frigoríficos y 8.000 matarifes: es difícil que se pongan de acuerdo, que incidan en el mercado de manera arbitraria. Es oferta y demanda. Es la realidad y es lo que pasó con la carne: un claro ejemplo de que cuando los precios se disparan y el consumidor dice ‘hasta acá llegamos, no puedo comprar más’, después tiende a bajar. Del 70% que la hacienda subió en diciembre, bajó un 40%. Y en los 15 días de enero se mantuvo prácticamente estable”.
Fuente: Ámbito
Esta entrada ha sido publicada el 17 de enero, 2024 09:00
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