último debate presidencial

En un debate lleno de cruces, Massa dominó la discusión, pero no logró desestabilizar a Milei

El ministro de Economía le reclamó al candidato libertario que explicara su plataforma electoral. El líder de La Libertad Avanza controló su temperamento, pero no logró aprovechar los puntos débiles de la gestión oficialista: crisis económica y los casos de corrupción.

En el tercer debate presidencial, importante ya que apenas faltan cinco días hábiles para el balotaje, hay que hacerse dos preguntas y no una sola. La primera es: ¿Quién supo aprovechar mejor la herramienta del debate y ganó votos? La segunda es: ¿Cómo la gente vio el debate? Las respuestas son completamente diferentes.

¿Quién supo manejar el debate? El amplio ganador es Sergio Massa, no hay duda. El candidato de Unión por la Patria controló los tres primeros ejes temáticos del primer tramo del debate. Cuando se habló de economía y se esperaba que Milei lo acorralara con el tema de la inflación y la crisis económica, el ministro lo evitó recurriendo a un recurso retórico. Planteó el “¿por sí o por no?” y el libertario en lugar de esquivar esa trampa retórica cayó. Así fue como el de La Libertad Avanza empezó a responder cada una de las preguntas.

El candidato oficialista y ministro de Economía Sergio Massa, a la derecha, y Javier Milei, abanderado de Libertad Avanza, participan en el debate presidencial, el domingo 12 de noviembre de 2023, en Buenos Aires. (Luis Robayo/Pool via AP)
El candidato oficialista y ministro de Economía Sergio Massa, a la derecha, y Javier Milei, abanderado de Libertad Avanza, participan en el debate presidencial, el domingo 12 de noviembre de 2023, en Buenos Aires. (Luis Robayo/Pool via AP)Por: AP

Sin darse cuenta, Milei gastó los segundos que tenía para hablar sobre economía. Después del “sí o no”, Massa dijo absolutamente lo que quería y ya no tenía que responder sobre pobreza e inflación. El ministro que lleva adelante una economía en crisis no tuvo necesidad de rendirle cuentas a su adversario en el balotaje.

No hubo dudas de que Massa manejó muy bien la estrategia del debate. También lo llevó el tema a lo personal. Cuando acusó a Milei de que su familia tiene departamentos en Estados Unidos. Y un golpe durísimo cuando le dijo que quiere cerrar el Banco Central porque el BCRA no le aprobó el psicotécnico y no le renovó una pasantía. De esta forma, dejó flotando que un resentimiento juvenil sería el origen de la decisión libertaria de cerrar el Banco Central. Evidentemente, Massa tenía con qué castigarlo en la oratoria a Milei.

Milei se acomodó en la segunda parte

El segundo tramo del debate, Milei pareció rearmarse. Había tomado contacto con sus asesores y evidentemente le dijeron que Massa le había ganado el centro del ring. Y entonces fue un poco más asertivo. Sin embargo, nunca llegó a dominar el debate, nunca dominó la agenda. Se mostró más sólido, sobre todo cuando habló del tema de la seguridad. Y acertó cuando hizo una larga enumeración de reproches al kirchnerismo. Por ejemplo, cuando dijo que el peronismo es una tiranía que lanza 14 toneladas de piedras cuando una ley que no le gusta y cuando recordó que la resolución 125 de 2008 casi lleva al país al borde de una guerra civil. No obstante, no tuvo la contundencia de Victoria Villarruel frente a Agustín Rossi.

Sergio Massa en el último debate presidencial, a una semana del balotaje. (Foto: REUTERS/Luis Robayo/Pool)
Sergio Massa en el último debate presidencial, a una semana del balotaje. (Foto: REUTERS/Luis Robayo/Pool)Por: via REUTERS

Pero de todas maneras, Milei mostró flaquezas al igual que en el primer tramo del debate. Por ejemplo, cuando Massa le planteó si va a comerciar con China o con Brasil. El líder de La Libertad Avanza le respondió que el comercio lo llevan adelante los particulares. El ministro le respondió, acertadamente, que “los aranceles y los cupos los fija cada país”. El libertario, como no tiene manejo de la administración pública, pasó por alto ese detalle. Tampoco sabía cómo era el GDE, el sistema de gestión de expedientes del Estado.

Si nos preguntamos quién ganó la estrategia comunicacional, quién manejó mejor la herramienta del debate, ampliamente el triunfo fue de Sergio Massa. Mostró una vez más su profesionalismo, su preparación de los temas, que no se equivoca, que no incurre en errores.

Sí, por el contrario, nos preguntamos cómo impacta en la gente, hay que tener en cuenta: ¿Cuál es el electorado más importante en este momento? Los votos duros de Milei ya están con él. Los votos duros de Massa se quedan ahí. Hay entre 10% y un 15% de votos blandos, que dicen ser indecisos, pero quizás son votos vergonzantes para Milei o Massa. Y ahí es cuando el ciudadano común no hace la misma lectura sobre quién gana o pierde el debate y quién usa mejor la herramienta. Ahí lo que el votante de a pie va a ver es a un Massa muy profesional, pero que algunos lo califican de “pícaro”, o “ventajita”. A Milei lo ven ingenuo, con muchas flaquezas, con inexperiencia política, pero que también más sincero.

Javier Milei en el último debate presidencial. (Foto: REUTERS/Luis Robayo/Pool )
Javier Milei en el último debate presidencial. (Foto: REUTERS/Luis Robayo/Pool )Por: via REUTERS

Habrá que ver si el voto blando finalmente por Massa o por Milei en el cuarto oscuro. Eso recién se conocerá el 19 de noviembre. Un punto en favor de Milei, es que no perdió su estabilidad emocional, y eso sí puede ser un impacto positivo para el aún indeciso.

Fuente: TN

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Dra. Jessica Mineo
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