En la recta final hacia las elecciones generales del 22 de octubre, el peronismo busca asegurar su lugar en un eventual balotaje. El escenario de tercios planteado en las PASO dejó el juego abierto y los tres espacios más votados (La Libertad Avanza, Juntos por el Cambio y Unión por la Patria) llegan casi en la misma línea de largada a la fecha en la que al menos uno quedará fuera de la carrera a la presidencia.
Ante ese panorama, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof buscará la reelección y contrario a la regla, se espera que el mandatario provincial traccione en favor de la boleta nacional de Sergio Massa y contribuya a que llegue a una eventual segunda vuelta.
Por este motivo es que este martes a las 16 habrá un gran acto peronista en el corazón del conurbano. El escenario elegido es una locación clave para el kirchnerismo: será en el estadio de Arsenal de Sarandí, en Avellaneda. El sitio es el mismo que eligió la vicepresidenta Cristina Kirchneren 2017 para lanzar Unidad Ciudadana, el espacio que fue la génesis de lo que dos años después fue el Frente de Todos con el que volvió al gobierno.
Pero además, el acto, que será una suerte de cierre de campaña, también se realizará en la conmemoración de una fecha histórica: el Día de la Lealtad peronista.
El oficialismo necesita recuperar mística de su partido, ya que llega golpeado con los escándalos que explotaron cerca de Kicillof: el de su exjefe de gabinete, Martín Insaurralde y el del puntero del PJ en la Legislatura, Chocolate Rigau. A poco de las elecciones, la intención es despegarse de los casos de corrupción y volver a las bases. Dicho de otro modo: militancia y territorio.
Una vez más, el despliegue electoral prescindirá de las figuras de los dos máximos referentes del gobierno: el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Kirchner. El jefe de Estado se encuentra de gira -su última- por China.
La exmandataria, en tanto, se corrió de la campaña desde el principio. En el entorno del ministro de Economía aseguran que son faltazos programados y que su presencia “no suma”. El voto K ya lo tienen, aparezca o no Cristina Kirchner, mientras que el mandatario nacional -de acuerdo a los cálculos de Unión por la Patria- resta.
En el tramo final de campaña, se combinan las ya tradicionales mateadas de Kicillof en plazas y parques con grandes actos con organizaciones convocadas. Y en las últimas semanas hubo grandes eventos, protagonizados por quienes hoy integran una suerte de mesa chica de confianza del Gobernador.
El 27 de septiembre en Ensenada, con el intendente Mario Secco como anfitrión y la caravana del sábado que unió Berisso con La Matanza, donde confluyeron desde el alcalde Fernando Espinoza hasta el candidato a presidente Sergio Massa. Y allí fue la reaparición de Máximo Kirchner, tras el episodio del exjefe de gabinete, al que él pidió sumar al gobierno provincial.
Se trata en última instancia de un complemento a la campaña de cercanía a la que apuesta el Gobernador, con el objetivo de fortalecer al candidato a presidente. También es una demostración de fuerza y unidad luego del cimbronazo del Yategate. Sumar mística peronista para intentar contener la inevitable fuga de votos por el escándalo de Insaurralde.
Fuente: TN