Es para que el virus que transmite el mosquito Aedes aegypti circule menos y evitar casos graves. En el Gobierno debaten quiénes la recibirán sin costo. También se venderá en farmacias.
La vacuna contra el dengue fue aprobada en abril por la ANMAT y pronto llegará a la Argentina. Las primeras informaciones hablaban de la “próxima primavera” y según pudo averiguar Clarín la fecha girará en torno a la segunda quincena de noviembre. En plena cuenta regresiva, el Gobierno define quiénes podrán recibirla sin costo en una campaña de vacunación pública. También se conseguirá en farmacias.
Por estos días son frecuentes las reuniones entre representantes del laboratorio Takeda, que fabrica el medicamento, y funcionarios del Ministerio de Salud. Al parecer, la recepción de las autoridades en base a la evidencia científica obtenida en el ensayo clínico ha sido buena. Lo que queda ahora es terminar de ajustar la mejor estrategia sanitaria.
Una variable aún no determinada es el precio que tendrá la vacuna para el Gobierno. Como suele suceder en este tipo de negociaciones, dicho costo estará atado al volumen de dosis que el país demande. Cuanto mayor sea la cantidad de unidades, es probable que el precio mejore.
La transición política también abre un signo de pregunta sobre la cobertura estatal que tendrá la vacuna. Nadie puede responder hoy, por ejemplo, si un eventual gobierno presidido por Javier Milei seguiría teniendo en consideración la inversión estatal contra el dengue como herramienta de salud pública.
Expertos en infectología creen que la vacuna será un arma valiosa para combatir la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti, pero que no es no la única. Insisten en que es clave insistir con las medidas de prevención habituales para evitar que el vector se extienda cada vez más en el país, tal como ocurrió este año.
En 2023, el dengue batió los récords históricos, al haberse registrado más de 130 mil casos y 65 muertes. Otra novedad es que, aún hoy, cuando ya ha transcurrido buena parte del invierno, hay provincias del norte del país en las que el dengue sigue circulando e infectando gente.
Pero lo distintivo de esta temporada no fue sólo el número de personas que contrajeron la enfermedad, sino el avance territorial que tuvo el virus, con varias provincias del centro geográfico afectadas y cifras especialmente altas en la Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe.
Pablo Bonvehí, miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología, dijo a Clarín que “la estrategia de nuestro país con la vacuna del dengue seguramente va a depender de la cantidad de dosis con las que se cuente”. Todavía no se conoce qué tamaño tendrá el primer lote que llegue al país procedente de Alemania, donde se fabrica la vacuna tetravalente bautizada Qdenga.
El experto consideró que “si la disponibilidad es alta se podría apuntar a una estrategia de vacunación que frene la circulación del dengue. Esto beneficiaría tanto a la persona que recibe la vacuna como a aquellos que no la reciban, ya que sus chances de infectarse serán menores, también, por una menor circulación del virus”.
En un escenario de disponibilidad más reducida, en cambio, la población objetivo podría ser la más vulnerable en los territorios más susceptibles, “dejando afuera los inmunosuprimidos y las embarazadas, que no pueden recibir esta vacuna hecha con una tecnología de virus atenuado”, explicó Bonvehí. En ese caso el plan podría apuntar a evitar la enfermedad grave y la muerte en poblaciones de mayor riesgo.
Sobre el último punto, Angela Gentile, jefa del Departamento de Infectología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, observó que “en términos de salud pública el dengue no es una enfermedad que tenga una letalidad muy alta, como puede ser el Covid”, con lo que relativizó ese orden de prioridad en términos de planificación sanitaria.
¿Vacunar a los que ya tuvieron dengue sería una posibilidad? Se sabe que contraer la enfermedad por segunda vez con un serotipo diferente al que se tuvo la primera aumenta las chances de padecer complicaciones. “Puede ser una posibilidad, pero habría que ver cómo se instrumenta, porque habría que tener un análisis para determinar si la persona tuvo dengue previamente y eso en una campaña de vacunación podría ser engorroso”.
Bonvehí también deslizó la alternativa de que se lleve adelante una prueba piloto en una población determinada del país para sacar conclusiones sobre los resultados de esa inmunización. Hoy, todas estas posibilidades de acción están en estudio, a consideración de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que deberá concluir cuál es el mejor camino. Un dictamen que es relevante pero no vinculante.
Gentile sumó un dato no menor a la hora de sopesar cuál puede ser la mejor estrategia vacunal, al vincular el dilema con la baja generalizada que está teniendo la adhesión a las vacunas. “Vemos por ejemplo que los casos de Covid aumentan y sin embargo la gente no se está vacunando más. A la hora de elegir un blanco etario contra el dengue esa decisión también es importante”.
Más allá de la estrategia de salud pública que termine implementando este Gobierno o el que lo suceda a partir de diciembre, la vacuna se venderá también en farmacias bajo prescripción médica, para mayores de 4 años. Todavía no se informó a qué precio se comercializará en el país, aunque en la región el costo en forma particular ronda los 80 dólares.
Un ejemplar del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue. Foto: EFE
La vacuna se aplica en dos dosis con un intervalo de tres meses y, según se confirmó en el ensayo clínico, la inmunidad que ofrece se extiende por un plazo de 54 meses. Es decir que aquel que decida aplicársela o cuyo médico se la recete estará protegido por casi cinco años.
“Hay que calcular que el que se vacuna va a estar correctamente protegido dos semanas después de haber recibido la segunda dosis, así que se debe tener en cuenta esos tiempos para saber cuándo comenzar con la inmunización”, agregó Bonvehí.
La fuerte ola de dengue que se vivió este año en el país genera preocupación por lo que pueda ocurrir en un próximo pico de casos. “Es de suponer que vamos a seguir teniendo cifras altas de contagios en los próximos años a partir de lo sucedido esta temporada, sobre todo en zonas del país que nunca habían tenido dengue autóctono”, pronosticó el infectólogo.
El ensayo clínico de la vacuna Qdenga, que se realizó en Brasil, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Panamá, Sri Lanka, Tailandia y Filipinas logró una eficacia del 62% en la prevención del dengue sintomático causado por cualquiera de los 4 serotipos (DEN 1 a DEN 4), disminuyó las internaciones en un 83,6% y redujo en un 65,4% el desarrollo de la forma hemorrágica de la enfermedad.
PS
Esta entrada ha sido publicada el 5 de septiembre, 2023 09:30
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