Tras la decisión del Gobierno Nacional de congelar nuevamente el precio de los combustibles, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburo (CECHA) lanzó un comunicado donde afirman que estas medidas son “inviables” para su negocio y “lo condenan a la ruina”.
“En este difícil contexto, hemos decidido adoptar una serie de medidas de fuerza que se pondrán en marcha a la brevedad y en forma escalonada, como el cierre nocturno de todas las estaciones de servicio del país”, aseguraron.
Además, comunicaron que iniciaran los trámites correspondientes para aplicar el procedimiento preventivo de “establecimientos en crisis”, que está previsto por la ley 24.013 y la paralización de los procesos de revisiones paritarias en curso.
“El aumento aplicado a los combustibles fue menor que el porcentaje aplicado a la devaluación, por lo que el efecto resulta negativo para quienes apostamos por el sector”, afirman desde CECHA.
“Resulta muy difícil para nuestras pymes, que involucran más de 5000 estaciones de servicio y garantizan 65.000 puestos de trabajo, cargar con parte de esta nueva devaluación cuando ya venimos soportando la pérdida de la rentabilidad desde antes de la pandemia”, agregan.
“No cuestionamos que el Gobierno pueda adoptar las medidas de emergencia que crea necesarias para la economía del país, y en resguardo del bolsillo de los consumidores, pero las mismas deben ir acompañadas de medidas complementarias y urgentes, que mitiguen el efecto devastador que se está provocando a las estaciones de servicio”, explican en su comunicado.
A su vez, afirman que si bien intentaron mantener un diálogo con las autoridades nacionales, no tuvieron respuestas favorables hasta la fecha.
“Esta falta de toma de decisiones provocará, lamentablemente, el cierre de estaciones que tengan ventas por debajo del punto de equilibrio y que hoy alcanza a la mitad del sector. Al mismo tiempo, serán responsables de la parálisis de nuestros procesos de revisión paritaria en curso”, concluyen.
“Nuestra crisis de rentabilidad es insostenible. Ya no podemos esperar”, es la consigna que encabeza el comunicado.
“Amamos este trabajo, ahora lo vemos desgastante y hasta desesperanzador. Los estacioneros necesitamos ser escuchados. El Estado debe entender que invertimos y generamos empleo, y no se trata solo de dinero lo que se pone en juego, sino también de esperanzas, esfuerzos y un tiempo que no volverá”, finalizan.
Fuente: Vía País