La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su director general Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el coronavirus continúa siendo “una amenaza para la salud mundial”. Esta situación va en línea con el fuerte avance de casos de la nueva subvariante EG.5, también conocida como “Eris”, que se ha registrado en las últimas semanas en países como Reino Unido y Estados Unidos.
Esta nueva variante, descendiente Ómicron, se encuentra bajo la lupa del OMS ya que presenta algunos cambios genéticos que pueden afectar las características del virus y ser un riesgo en el futuro. A pesar de ello, la organización remarcó que “el impacto epidemiológico no está claro en la actualidad, lo que requiere un mejor seguimiento y repetir valoración pendiente de nuevas pruebas”.
Los primeros casos de Eris se registraron en febrero de 2023 y su prevalencia se duplicó desde mediados de junio hasta mediados de julio, manifestándose hasta el momento en 45 países. Ante el crecimiento de casos, desde este miércoles la OMS la consideró como “variante de interés”.
“La mayoría de los cambios tienen escaso o nulo efecto sobre las propiedades del virus. Sin embargo, algunos cambios pueden influir sobre algunas de ellas, como por ejemplo su facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad asociada o la eficacia de las vacunas, los medicamentos para el tratamiento, los medios de diagnóstico u otras medidas de salud pública y social”, remarcaron desde la OMS.
Por su parte, Mary Ramsay, jefa de inmunización de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA), transmitió tranquilidad respecto a los casos graves. “Hemos visto un pequeño aumento en las tasas de ingreso hospitalario en la mayoría de los grupos de edad, particularmente entre los ancianos”, afirmó.
Aunque todavía resta evaluar oficialmente su nivel de contagiosidad, desde la OMS recomiendan a las personas con alto riesgo que “utilicen mascarilla en lugares concurridos, que se apliquen las vacunas de refuerzo cuando se recomiende y que garanticen una ventilación adecuada en el interior”. Asimismo, el directo general instó a “los gobiernos a mantener y no desmantelar los sistemas que construyeron para COVID-19″.
“Aunque EG.5 ha mostrado una mayor prevalencia, ventaja de crecimiento y propiedades de escape inmunitario, no se han registrado cambios en la gravedad de la enfermedad hasta la fecha”, agregaron. En este sentido, los síntomas continúan de manera similar: fiebre, dolor de garganta, secreción nasal, congestión y tos. (ic)
