Una joven de 19 años denunció una aberrante situación que sufrió mientras buscaba empleo: dejó el currículum en una reconocida cadena de cafeterías para ser mesera y días más tarde le escribieron a su celular para ofrecerle ser trabajadora sexual.
Al recibir un mensaje que no tenía nada que ver con lo que ella esperaba, decidió publicarlo en las redes sociales y alertar a otras mujeres para que no les suceda lo mismo. “No podemos ni buscar trabajo en paz”, dijo J. (que prefiere resguardar su identidad) en diálogo con TN.
Todo comenzó hace un mes cuando la joven estaba en busca de trabajo y presentó su CV en la sucursal de Café Martínez en Barracas, ubicada en la calle Montes de Oca al 800.
Quince días después de haberlo llevado, recibió un extraño mensaje a través de WhatsApp casi a la medianoche: “Hola J. Cómo vas? Vos tiraste CV en Café Martínez”. “Hola, qué tal. Sí, yo dejé”, contestó la joven. Llamó la atención el horario y el contacto así, pero esperó obtener más precisiones.
“Tu CV me lo pasó una amiga que labura ahí. Así que me gustaría hacerte una propuesta de laburo”, le responde esta persona bajo el nombre de “Naya” y cuyo perfil de WhatsApp tiene foto de mujer. Ante la respuesta afirmativa de la postulante, la “reclutadora” detalla: “Scort (acompañante) $10.000 por servicio de dos horas. Los clientes son turistas. Elegís vos la edad de los clientes, los días y el horario en que querés laburar”.
Además, la chica contó que le ofrecieronalgunos “beneficios”: “Cirugías que ellos iban a pagar, un cambio de celular y mudarme con otras chicas”.
“Todo es muy confiable y seguro”, concluye la propuesta. Ante la falta de respuesta, enviaron otro mensaje preguntando qué horario tenía disponible. Leer eso la descolocó y, definitivamente, la preocupó. No solo porque le ofrecían trabajo sexual, sino la manera en la que se filtraron sus datos personales, como su número de teléfono y su email.
“Yo no puse información muy privada, pero consiguieron mi número de teléfono y desde ahí se puede sacar mucha más información. La moraleja es que no hay que dejar direcciones ni DNI. Incluso me aconsejaron no dejar mi número, cosa que yo dejé mi currículum y por eso pasó lo que pasó”, señaló J.
La joven no contestó el último mensaje que le mandaron y decidió hacer la denuncia penal. Ahora, el trámite debe llegar a fiscalización y en los próximos días pedirán su celular para continuar la investigación.
A modo de advertencia, posteó en las redes las capturas del chat y contó lo que había sucedido. “Después de haberlo hecho público me llegaron varios mensajes de varias chicas comentándome que a ellas les pasó lo mismo”, relató. Y agregó: “Varios pensamos que probablemente no sea ella, sino que esté alguien más detrás de esto. Ya que cuando me contactó dijo que se lo pasó una chica que trabaja en esa cafetería, lo que nos hace pensar que está metida en ambos negocios”.
A. también fue víctima del mismo modus operandi, luego de dejar su currículum en el mismo lugar: “En febrero estaba en busca de trabajo, ya que ando mal económicamente, y se me dio por tirar el CV personalmente ahí. A la semana me llega el mensaje de una chica preguntándome si seguía buscando laburo”.
Ella contestó que sí, en medio de la desesperación por tener una fuente de ingreso, pero la respuesta fue similar a la de J: “Scort $8000 por servicio, los clientes son turistas y podes elegir tus horarios”. No comprendía de qué iba el trabajo, ya que creía que el puesto sería mesera, y le pidió que le explicara de dónde había sacado sus datos. (TN)