Desde julio de 2022 hasta marzo de este año la Aduana accionó sobre operaciones de sobrefacturación de importaciones por más de u$s1.650 millones. Se trata en su mayoría de compras trianguladas que son facturadas en un tercer país y se utilizan para hacer un “rulo” y beneficiarse de la brecha cambiaria.
El titular del organismo, Guillermo Michel, confirmó que se incrementaron los controles y las multas. También ponen la lupa en la exportación de materias primas por parte de “empresas fantasma”.
La brecha cambiaria trae distorsiones de todo tipo. En primer lugar aparece como un incentivo a las importaciones, ya que de esa manera se accede a un tipo de cambio más bajo que en el mercado financiero y, en segundo lugar, se percibe como un desincentivo a las exportaciones porque el tipo de cambio al que se liquidan las ventas al exterior es menor al que se obtendría con la compra venta de bonos.
Hasta ahí son lógicas del mercado. Pero en los últimos tres años se incrementaron de forma sensible una serie de operaciones que están por fuera de la ley. El caso más claro es el de la sobrefacturación de importaciones, también conocido como “el rulo importador”. Se trata de empresas que traen mercadería del exterior y la hacen facturar desde un tercer destino para incrementar su valor y acceder a más dólares a cotización oficial.
Se trata tanto de investigaciones administrativas como de denuncias penales. “La mercadería en general viene de China pero se refactura a través de Estados Unidos, Panamá o Uruguay y se utilizan bancos en el exterior para generar un diferencial que no se ingresa al país o se ingresa por circuitos paralelos”, detalló el funcionario.
En esa línea, detalló que se duplicaron los controles y se multiplicaron por cuatro las sanciones. “Se ha generado esta maniobra que genera pérdida de divisas y perjuicio fiscal. Al margen de actuar sobre la situación actual lo que se busca es generar percepción de riesgo y evitar que se siga replicando”, explicó Michel.
Las investigaciones sobre el rulo importador ya trascendieron las fronteras. Gracias al intercambio de información financiera con Estados Unidos, se pudo confirmar desde ese país que una empresa que importaba equipos para Vaca Muerta simuló una operación triangulada para sobrefacturar la importación. Se trata de la primera vez que se puede corroborar en ese país que el apoderado de las cuentas era el mismo en ambas firmas.
Fuente: Ámbito